Requistos mínimos / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión

Las elecciones seccionales para el periodo 2023-2027 están en marcha. El pasado 7 de febrero fue aprobado el calendario, según el cual, los ecuatorianos acudirán a las urnas para elegir prefectos, viceprefectos, alcaldes, concejales, miembros de las juntas parroquiales e integrantes del Consejo de Participación Ciudadana. Frente a este hecho, cabe realizar un par de reflexiones.

Dentro del mundo empresarial es imprescindible gestionar de forma adecuada  la selección del talento humanos. El reclutamiento y elección del personal no es un juego de azar. Las organizaciones mejor posicionadas contratan profesionales a partir de requisitos rigurosos. Generalmente, se pide experiencia de varios años; nivel académico acorde al puesto de trabajo; liderazgo; proactividad; capacidad formar equipos; solvencia en la resolución de conflictos; probidad ética; etc. Entre los postulantes que reúnen los requisitos se escoge el mejor.

No así en la función pública y en los puestos de elección popular. Según la Constitución y el Código de la Democracia, para se candidato en las elecciones del 5 de febrero de 2023, los requisitos son mínimos: haber cumplido 18 años al momento de la inscripción; estar en goce de los derechos políticos; presentar una declaración juramentada, donde conste el lugar y tiempo de residencia en determinada jurisdicción territorial y no incurrir en alguna prohibición prevista en la ley.

El sistema democrático ecuatoriano no contempla, por ejemplo, demostrar capacidad académica, experiencia en gestión pública, mérito en ámbitos privados, integridad ética, madurez o alguna otra cualidad humana, psicológica, profesional o ciudadana. No hay duda, el próximo año sobrarán aspirantes, pero serán escasos los verdaderos candidatos.

A pocos días de conocer las listas definitivas de los partidos políticos, movimientos y alianzas, el elenco tiene variedad y habrá de donde escoger: caras conocidas y emprendedores; empresarios exitosos y ciudadanos que no saben lo que es fundar y sostener un negocio; conservadores, comunistas, neoliberales, socialistas, ideológicamente indefinidos, anarquistas, oportunistas, demócratas y populistas; civiles y exmilitares o policías; académicos, titulados, autodidactas y eruditos; mestizos, blancos e indígenas;  deportistas, modelos, cantantes, bailarines, magos y adivinos; periodistas, influencers, youtubers y tiktokers; honorables, honestos y sentenciados; etc.

Los requisitos para tan altos cargos son mínimos, aunque parecerían estar a la altura de algunos postulantes, cuya hoja de vida no tiene mucho que ofrecer. Es una lástima que para ser candidato no sea necesario algo más.

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