Refugio espiritual de devoción

Interculturalidad
La majestuosidad del Santuario Nuestra Señora del Rosario en Baños cuenta la historia de la fe arraigada en la región a lo largo de los siglos. (Foto El Heraldo)

El Santuario Nuestra Señora del Rosario en Baños es un lugar de devoción y espiritualidad ha cautivado a generaciones enteras. Este templo no solo es un testimonio arquitectónico invaluable, sino también refugio espiritual donde los creyentes acuden en busca de consuelo y esperanza.

El santuario es una joya arquitectónica que fusiona elementos de la arquitectura colonial. Sus altas columnas y detallados relieves cuentan la historia de la fe que ha florecido en esta región a lo largo de los siglos. 

En el corazón del templo reposa la Venerada Virgen de Agua Santa, a quien los fieles atribuyen numerosos milagros. La historia de esta imagen se remonta a tiempos inmemoriales, y su presencia en el santuario ha generado una devoción ferviente entre los creyentes.

Cada año, peregrinos de diferentes partes del país acuden al santuario para presentar sus plegarias y agradecimientos. Se cuentan innumerables historias de personas que aseguran haber experimentado milagros tras encomendar sus problemas y preocupaciones a la Virgen. Esta conexión entre lo divino y lo terrenal ha convertido al Santuario en un punto de encuentro espiritual.

“Los días festivos, el Santuario se llena de la energía vibrante de los fieles que participan en procesiones, rezos y celebraciones litúrgicas”, señala Carlos Villacreses.

El Santuario de Agua Santa no solo es un lugar de culto, sino también un puente entre lo sagrado y lo terrestre. Su valor trasciende lo arquitectónico y se erige como un testimonio de la fe que una a comunidades, preservando las tradiciones y fortaleciendo los lazos interculturales. (I)

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