REDUCIR LA CARGA FISCAL Y EL RIESGO / Econ. Diego Proaño Córdova

Columnistas, Opinión

Entre las tareas más urgentes del régimen para este 2023, esta en buscar mecanismos y política publica que conlleven a reducir la pesada carga fiscal del 20,5% que en un país dolarizado es muy fuerte, pero además que el EMBI que mide el riesgo país, también siga a la baja para garantizar inversión local, nacional y extranjera tan anhelada en Ecuador. El anuncio hecho la semana anterior por el presidente de la República, respecto a la reducción del impuesto a la salida de divisas al 2% hasta fin de año, del IVA para actividades turísticas (del 12 al 8%) en cuatro feriados y algunas exenciones del Impuesto a los consumos especiales para alimentos y bebidas no alcohólicas, cerveza artesanal e industrial, fundas plásticas, armas y municiones, le representara no percibir en recaudación de impuestos al Servicio de Rentas Internas unos 140 millones de dólares menos para este año.

Por el lado del riesgo país, al momento se encuentra fluctuando entre 1020 y 1060 puntos, que, si bien ya comenzó su tendencia a la baja, aun es muy alto para convencer al inversor extranjero que traiga sus recursos o negocios para generar empleo en el país. Las dos situaciones, la reducción de carga fiscal y del riesgo país, paralelamente permitirían que se reduzca los costos de producción nacional sobre todo para exportadores, importadores, turismo y actividades complementarias, pero con una mayor y significativa reducción del EMBI también podría ayudar a la llegada de la inversión extranjera. Concomitante a este es necesario que se clarifique las acusaciones de corrupción en funcionarios públicos, se presente a la Asamblea Nacional el proyecto de ley para una adecuada reforma laboral y sobre todo que el tema de inseguridad ciudadana se combata de inmediato.

Según las previsiones del Banco Central del Ecuador, nuestro país crecería el 3,1% este año, además que la inflación esperada podría ser del 2,2%, aspectos que junto a los antes mencionados, podrían ayudar a recibir mayor inversión en un país habido de dólares para reactivar la economía nacional y fortalecer la dolarización. Definitivamente para el ciudadano el alivio a su bolsillo reduciendo la carga fiscal (impuestos, tasas, contribuciones, aranceles) le ayuda a recuperar su poder adquisitivo y aumentar el consumo, por tanto, la producción y el empleo. Luchar contra la especulación y el contrabando es otro aspecto urgente.

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