Quien salva al IESS / Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)

Columnistas, Opinión


Es penoso ver y escuchar noticias respecto al IESS, cada vez son mas espeluznantes respecto a su gestión. Esta triste historia comenzó en 2015 cuando un supuesto entendido en seguridad social dijo, para que le vamos a seguir aportando al IESS el 40%, si tiene suficiente liquidez y valiéndose de una mayoría obediente en la Asamblea Nacional le quitó esta obligación a través de la ley de justicia laboral, de inmediato otro entendido y miembro del directorio, ordenó que de un plumazo se quite esa obligación de los estados financieros, cayendo en un incumplimiento inconstitucional, qué felizmente la Corte Constitucional en 2019 detectó esta arbitrariedad de tanto entendido en seguridad social en el ejecutivo y la asamblea, porque la salud publica es obligación del Estado ecuatoriano como contraparte gubernamental para que el IESS pueda atender a sus afiliados y jubilados en lugar que estos vayan a buscar atención en entidades del Ministerio de Salud, por ello debe  aportar el 40% para capitalizar el fondo de pensiones. Paralelamente la Contraloría General del Estado, luego de un examen especial, determino que se debe reintegrar a los balances del IESS esa obligación que los especialistas le cercenaron.

El actual régimen, a pesar de reconocer la deuda, empero ni su parte de aportes 2019 y 2020 puede cubrir, peor lo anterior, a estas alturas la deuda estatal al IESS ya supera los 8000 millones de dólares, lo peor es que desde otras dimensiones también le están sangrando al seguro, contratos con sobre precios para construir infraestructura, comprar medicamentos, equipos, un obeso aparto administrativo y tras cuernos palos, las pésimas administraciones de funcionarios y directivos, hacen que medicamentos se caduquen sin ser entregados a beneficiarios, equipos de paquete, reposen por años en bodegas sin usar y a todas estas calamidades hay que sumar los miles de desafiliados que se quedaron sin trabajo gracias  a la pandemia COVID 19, lo que ha llevado al extremo de quedarse sin liquidez que no permite a veces ni cubrir las pensiones jubilares mensuales y ponen en riesgo la sostenibilidad de la seguridad social.

El presupuesto del IESS este año era 8516 millones de USD, fondeados con aportes de 3´500.000 trabajadores activos que junto con sus empleadores daban el 20,60% de sus sueldo para cubrir 5350 millones de USD del presupuesto, el Estado debía cubrir 1532 millones de dólares por su obligación constitucional del 40%, 913 millones de rendimiento de inversiones, 416 millones que el BIESS debía devolverle y otros ingresos por 305 millones, así cubrían el presupuesto. Lamentablemente ni se cumplirá el aporte esperado de afiliados, tampoco lo hace el Estado y por otro lado, el gasto en el seguro de salud que se presupuestó en 1985 millones de dólares, debido a la corrupción, descuido y pandemia, aumentará, por tanto el déficit crecerá. Ni afiliados, políticos o autoridades hacen algo por salvar, algo reclaman los jubilados. (O)


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