Que sus conciencias los juzgue

Columnistas, Opinión

En qué tipo de trastorno de la personalidad se les califica a aquellos seres que no sienten remordimiento ni se arrepienten de su comportamiento manipulando o tratandoal resto con un cínico y particular artificio aprovechando su ignorancia. Con sagaz intelecto buscan la manera de cómo violar la ley en su beneficio mintiendo y engañando con impulsividad. Poseen un “hipnótico” verbo para aprovecharse de los demás con un complejo de superioridad mezclado con un evidente resentimiento social. Son extremadamente obstinados, mentirosos y deshonestos, el robo es su afición de preferencia. 

Quizás puedan ser clasificados tal como decía Martha Hildebrandt como “fracasados que gustan culpar de sus miserias al «sistema» y procuran que los demás reconozcan sus méritos como «luchadores sociales» predicando a favor de lo que llama «justicia social», que en el fondo consiste en que unos vivan a expensas de los demás, utilizando al estado como cómplice. Solucionan todos los problemas desde sus escritorios mediante magníficos artículos llenos de palabras como: «articular», «visibilizar», «empoderar» y «desigualdad. Promueven el destrozo del lenguaje con modismos sexistas ridículos.Son argolleros y gustan de hacerse pasar como intelectuales. Se les conoce también como parásitos sociales.”

Predican que ellos existen porque hay pobreza, siendo exactamente al revés. Promueven un mundo en dónde el éxito sea considerado una ofensa en vez de que sea un ejemplo a seguir. Pero ¿por qué hay tanta gente que ciegamente les sigue como si fuera un perfume embriagador?, pues porque con sus grandes mentiras, aprovechando esa juventud cargada de rebeldía, de sed de justicia y lo más fácilmente explotable del ser humano que es la envidia y el odio, prometen el paraíso terrenal empujando a los ilusos a ese abismo donde se perenniza la pobreza, dónde ellos son los falsos salvadores que al contrario solo se hacen ricos a costa de este hábil engaño, esa narrativa de salvación, de que todo está mal y que, hay que reconocer que sí cala hondo en el ser humano, pero es una quimera, un perfume que se convierte en la esencia más intolerable y putrefacta. 

Es un raro grupo de especímenes que tienen algo encomún y es que son resentidos, aunque ya logran saquear el dinero de todos, son resentidos con la vida, con ellos mismos, son contradictorios en su personalidad y están estructurados de odio, poder y dinero mientras a los ojos de todos reparten ideologías que si bien son seductoras pero son atentatorias contra la naturaleza humana ya que somos diferentes, de forma innata queremos mejorar, queremos innovar, tenemos inquietudes, generamos cambios, bienestar, los brillantes no tienen por qué ser aplastados, no tenemos por qué ser sometidos a que un grupito que suelen vivir como reyes nos priven hasta de las más elementales formas de bienestar. (O)

MEDICINA INTEGRATIVA ORIENTAL

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