¿Qué conductas se llevan tu energía? / Aracely Silva Cadmen

Columnistas, Opinión

La energía es esencial para satisfacer nuestras necesidades más básicas y nos impulsa a hacer aquello que nos gusta y llevar a cabo acciones con éxito.  Los hábitos en nuestra vida son aquellos comportamientos que en ocasiones nos ayudan a organizarnos en diferentes aspectos; sin embargo, otros promueven los prejuicios o son desgastantes.

 Al hablar de hábitos que consumen nuestra energía nos referimos a esos comportamientos no tan sanos, en ocasiones llegamos a hacer cosas a veces sin darnos cuenta, o tenemos actitudes que nos roban nuestra energía, desviándola hacia preocupaciones y estados negativosque nos hacen sentir mal.  Vivir el pasado, esto nos consume; pensemos muy bien; eso ya no se puede cambiar, eso quedo en el pasado. 

 No nos hagamos dueños de dificultades ajenas, entendamos que solo podemos ser una fuente de apoyo para esas personas y no desgastarnos en situaciones ajenas a nosotros que no podemos cambiar.

 Algo que desconocemos es que el ser perfeccionistas también absorbe nuestra energía nos puede ocasionar dificultades al no poder entender, que no todo puede ser perfecto, el asimilar eso nos ayudará a entender mejor nuestros errores y en la medida de los posible mejorarlos sin obsesionarnos con la perfección.

El preocuparnos por lo que aún no ha pasado nos ocasiona problemas, recordemos el futuro no existe, y la clave está en aprender a disfrutar el momento y no autosabotearnos haciéndonos pensar de más.

El tratar de solucionar un problema sólo, y no pedir ayuda es otra fuente de perder energía,  el malgastar nuestros pensamientos enfocándonos en no poder solucionarnos desgasta, y no entendemos que no tiene sentido angustiarse por lo que todavía no ha ocurrido; el pensar que podemos llevar las riendas de cosas que por naturaleza escapan a nuestro control, o si,  intentamos adoptar los asuntos de otros como propios, nuestros esfuerzos se verán desbaratados y nos convertiremos en personas frustradas y ansiosas.

Por ello ríe, llora, ama, siente, y no pierdas gran parte de tu tiempo preocupándote y pensando en lo que podría haber sido y no fue.

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