Productos agrícolas prioritarios

Ciudad
Centros de acopio del MAG poseen cuartos fríos para que se mantenga fresca la producción de los agricultores, es una alternativa en esta época de convivir con la pandemia.  (Foto cortesía)
 
 

Las personas que vivían de actividades informales, o que vendían su fuerza laboral en las ciudades han retomado sus labores agroproductivas con esperanza y la convicción de que el futuro está en el campo, porque lo que produce la tierra permite alimentarlos sanamente. 

Ambatillo volvió a la labranza de la tierra. Hace algunos años los habitantes decidieron dedicarse a fortalecer al sector calzado, pero debido a la pandemia, decidieron retornar a sus actividades agropecuarias, explicó el síndico Ángel Chuncha.

El mes anterior fue para la preparación del terreno. En el presente mes se sembrará papas, habas, ocas, mellocos, mashua, maíz, cebolla, hierbas medicinales, porque se espera tener abundante y variada producción para el autoabastecimiento y para comercializarla, añadió el síndico.

Santiago Lozada, presidente del GAD Parroquial de Atahualpa, dijo que el 40% de la población se dedica a labores agrícolas. En la zona de Santa Fe donde se produce cebolla colorada les fue muy bien por la gran demanda de este producto cuyas ventas se dio para Unamuncho y el Mercado Mayorista de Ambato; mientras que, el personal del GAD Parroquial ayudó con las guías de remisión. Existió sobreproducción de lechuga en esta parroquia al punto que hace dos semanas se vendió a un dólar el quintal y fue vendida en camiones a los compradores que llegaron a los terrenos de los productores.

Jaime Pacha, presidente del GAD Parroquial de Pasa, informó que la pandemia afectó la economía de esta zona; es decir, se quedó en el campo las papas, choclos y arveja, porque no se pudo llevar a los mercados. Se desarrollaron pequeñas ferias internas en las comunidades para el abastecimiento de las familias. Algunas comunidades tomaron la decisión interna de no llevar la producción al Mercado Mayorista por temor a estar en contacto con comerciantes de otras provincias y evitar un posible contagio de coronavirus. 

Darío Palate Morales, director distrital del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en Tungurahua, dio a conocer que del 100% de la actividad agropecuaria en la provincia, un 70% se ha logrado distribuir y vender los productos debido a las medidas emitidas por la autoridad nacional por salvaguardar la seguridad y salud de las personas frente a la presencia del coronavirus.

Por decisión propia de algunas comunidades decidieron cerrar las vías principales que acceden a estos sectores y eso influyó para limitar sacar los productos del campo a los centros de abastecimiento, agregó la autoridad.

Más de tres semanas estuvo cerrado el Mercado Mayorista por seguridad  y eso influyó en la distribución real que debía tener la provincia a los puntos estratégicos donde solían dirigirse los productos agrícolas. Este Mercado al estar inactivo dificultó la comercialización; ello, motivó a que se genere nuevas alternativas, tal es el caso de las canastas familiares del MAG donde se involucraron varias asociaciones de productores, municipios y otras entidades con el fin de ayudar a los pequeños productores para canalizar y distribuir los productos.

Las familias en este tiempo priorizaron adquirir legumbres, hortalizas y tubérculos (con gran demanda de papa), como también la necesidad de adquirir la cebolla colocada. Hace cuatro meses atrás pocos agricultores sembraron la cebolla roja y ello hizo que al darse la pandemia tuvieran mucha demanda de este producto; porque, además, se cerraron las fronteras y se frenó el contrabando no sólo de cebolla, sino del ajo y frutas procedentes desde el Perú, agregó el funcionario.

Por otro lado, la carencia en el transporte de los productos internos en el país ha tenido costos elevados. Por ejemplo en Tungurahua el 30% del transporte pesado brindaba su servicio, y por eso subió el costo del flete, ya que cuando salían los quintales de papas de la provincia tenía el precio fructuante entre 18 a 20 dólares, pero al ser comercializado en Guayaquil el costo se incrementó en 40 dólares. 

Para de alguna manera controlar esta situación, el MAG firmó el convenio con la ANT y con la Cooperativa de Transporte Pesado de Tungurahua para el traslado de los productos a través de los corredores logísticos que dispone esta Cartera de Estado para llegar con los abastecimientos agrícolas al resto del país. 

Los centros de acopio están construidos en la parroquia San Andrés (Píllaro); en la parroquia Chiquicha, parroquia García Moreno (Pelileo); en la parroquia Montalvo se atiende a  Conpapa (Ambato); el otro centro de acopio es de Asoprotomi en la comunidad de Misquillí en la parroquia Santa Rosa (Ambato) para acopiar mora y fresa de la provincia; en Cevallos está otro centro de acopio para la fruta, mora y fresa. En Tisaleo se ubica el centro de acopio para la mora y fresa; además, en esa infraestructura hasta se elabora mermelada y vinos de mora, agregó el titular del MAG provincial, acotó la autoridad ministerial provincial. (I)

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