Por el bien del país/ Editorial

Editorial


El Presidente Lasso ganó la presidencia como una alternativa al modelo socialista del siglo XXI que gobernó el Ecuador por cerca de 14 años. Inició bien su mandato con un 70 por ciento de aceptación, producto de la excelente gestión en el tema vacunación contra el Covid, lo que permitió reactivar la economía del país y retornar a la normalidad.
Pero su accionar en lo político y económico ha sido errático y esa aceptación inicial ha caído a cifras inferiores al 10 por ciento, temas como el entendimiento (ahora ya no es correcto hablar de pacto) con el bloque de UNES en la Asamblea para aprobar la Ley Tributaria que afectó directamente a la clase media y a las medianas empresas, a cambio de medidas sustitutivas a las prisiones de los señores Glas y Mera -que ahora se encuentran en libertad- empezaron a afectar su credibilidad. Presenta como un logro de su gobierno haber arreglado las cuentas macroeconómicas del país, que tienen poca relevancia para la mayoría de los ciudadanos, si no existe inversión en temas sensibles como salud, especialmente en medicinas y en infraestructura, así como en educación, vialidad, seguridad ciudadana y seguridad social, todos temas importantes que aún esperan por soluciones concretas.
Otro tema poco transparente es el manejo de las empresas estratégicas del Estado, que no se ha diferenciado de la gestión de los dos gobiernos anteriores, por el contrario cada semana el país se entera de manejos vidriosos en temas petroleros o de energía.
Por el bien de la democracia en el país, esperamos que el Presidente Lasso pueda recobrar-en algo- la credibilidad del pueblo ecuatoriano, buscar acuerdos, rectificar, tomar decisiones y terminar su mandato.

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