¡PÉSIMA ELECCIÓN! / Mirian Delgado Palma

Columnistas, Opinión

Una de las características más críticas que hoy enfrenta el Ecuador es la “pésima elección de los asambleístas”, que llegan bañados supuestamente con: “gran espíritu cívico (la bendición de satanás) ”, con elevada moral y dispuestos a sacrificarse por el bienestar del pueblo y su Patria. Y los ingenuos electores nos dejamos convencer por habilidad que tienen estos artistas para manejar la lengua, según ellos casi proféticos que nos ofrecen desterrar la corrupción y trabajar por los pobres del Ecuador.

Lamentablemente nos convertimos en tontos útiles, pero no ciegos al mirar a cada uno de los “enemigos y traicioneros de la Patria” abrir sus cartas en el que se apuesta con absoluto cinismo y descaro sus perversas pretensiones; y, a un cuerno la atención a las demandas de su pueblo que los eligieron, convencidos de su labia lisonjera.

Les importa un comino el problema crítico que hoy vivimos, como es la miseria, provocada por la ausencia de plazas de trabajo. El presidente Lazo, como gobernante de buena fe y visión de avanzada, que trata de superar los indicadores de pobreza, desnutrición, educación, vivienda, etc., tiene como respuesta de estos, imperfectos y desadaptados representantes del pueblo, un NO rotundo a todo lo que signifique beneficios comunes y desarrollo del País.

Claramente el pueblo se da cuenta como la claridad del día las ambiciones desmedidas, el individualismo, la sed de poder a toda costa, los compromisos de grupo, el deseo de enriquecimiento rápido sin escrúpulos, el favorecer descaradamente a los delincuentes a través de la amnistía; precisamente porque llevan el mismo traje de inmoralidad y cinismo para satisfacer sus negros intereses, destruir la incipiente democracia, sin importarles el futuro de los ecuatorianos.

Astutos, para escarbar estrategias para defenestrar al gobierno, que fue elegido por el pueblo, valiéndose de malévolas argucias, pero deficientes en el tema de administración de la República, porque con honrosas excepciones que tenemos señores Asambleístas de sacarse el sombrero, la mayoría de éstos iletrados no saben ni en donde se paran.  Estos inútiles nos dirigen ¡qué vergüenza!

Es urgente que haya transparencia, que haya franqueza, y nos manden nubes de mentiras; que los dirigentes se decidan a no seguirse engañando, ni engañando al pueblo. Lamentablemente, nos hemos transformado en simples espectadores, dejamos hacer y dejamos pasar. La indiferencia que tenemos frente a los serios problemas que tiene el Ecuador sean luces para que los asambleístas muevan las fichas del ajedrez de acuerdo con sus antojos e intereses personales.

Hasta cuando los electores nos quitamos la venda de los ojos y aprendemos a elegir correctamente a verdaderos estadistas que nos representante con honor, respetabilidad, amor a la Patria y a su pueblo. Debemos sentirnos tripulantes de la misma nave que nos lleve a puerto seguro. La responsabilidad y el compromiso es de todos/as. Por favor, despertemos para izar nuestra bandera y defender con valentía y civismo nuestros derechos inalienables.

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