Para rascarnos la cabeza/ Jaime Guevara Sánchez

Columnistas, Opinión



A medida que aumenta la incomprensión entre los seis mil millones de seres humanos, se incrementan también los problemas de todo orden. Abrumado por tantas dolencias terrenales, el hombre busca sosiego en el cosmos, en profecías. Mientras produzcan algún alivio, el hombre se aferra a cualquier astilla flotante.

Gonzalo Arias, Director de la Fuente Principal de Sabiduría TAO, explica lo que ocurre en el universo de hoy. Arias es un ecuatoriano dedicado al estudio de divulgación de filosofía y religión orientales. A salto de mata, participo a los amigos lectores varias de sus sorprendentes ideas.

Hay dos grandes maestros con presencia física en la tierra, maestros de origen y nombres hindúes. Ellos han estado ‘por aquí’ desde el comienzo del mundo. Han estado entre ‘nosotros’, en diferentes cuerpos, en diferentes formas, guiando a la humanidad. Conocedores de los tiempos del fin del mundo han logrado negociar cósmicamente el ‘karma’ de la humanidad. Entendiéndose por karma, la energía derivada de los actos que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones del hombre, hasta alcanzar la perfección.

Los ‘taoistas’ consideran a Jesús como el ‘honorable maestro’ que vino hace 2000 años a limpiar el pecado de ese ‘entonces’. Hoy, son los dos maestros hindúes los que deambulan por nuestros pagos, despertando la conciencia que se encuentra ‘muy dormida’.

La señal de los astros indica que vienen días prósperos. Coincide con el zodiaco chino que se inició el 28 de febrero con el signo del cerdo, signo de la abundancia, de la prosperidad, del éxito y la grandiosidad. Los seres humanos deberían aprovechar esa vibración en este año y definir su existencia: “Si quieren ser prósperos… ¿qué están esperando?”.

Y, agárrense de la silla amigos lectores. Según Arias, Ecuador es el ombligo de la tierra, por donde la ‘gea’ se está retroalimentando constantemente. Por consiguiente, si Ecuador está bien, la tierra va estar bien.

Los hombres han llegado a la corona de la vida, en la cual los seres humanos tienen que definirse; son o no son. O están con Dios o están con Satán. Los ‘tibios’ tendrán que ser eliminados de la faz de la tierra…

Según el taoísta Arias, usted, amigo lector, -o yo-, podría reencarnar en otro ser humano, o en un canguro de Australia, o en una vaca, o en un cuy de Pelileo…hasta lograr la perfección!! (O)

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