¡Para pensarlo! / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

En los últimos años, Ambato ha experimentado cambios importantes en cuanto a tamaño, crecimiento, densidad, distribución y estructura de su población; sin duda estos cambios han permitido que nuestra ciudad experimente un crecimiento económico, aunque ciertamente desordenado. No obstante, estos cambios también han dado paso al aparecimiento de la superficialidad, la desidia y los antivalores que han provocado que los ambateños vayamos perdiendo identidad con nuestra ciudad y por tanto es preocupante que se genere un problema muy serio: La falta de amor por Ambato.

Evidentemente la gente asume el derecho de exigir todo lo que no tiene, pero no cumple sus deberes de ciudadanos; de esto se desprende que la misma agresión contra Ambato la comete el comerciante ambulante que bota desperdicios en la calle, como la persona que arroja papeles por la ventana de su auto a la vía pública. También los cariñosos de sus mascotas que las sacan a pasear, para que los animalitos hagan sus necesidades por doquier.

Lo anterior permite concluir que los ambateños adolecemos de un “Complejo Patrimonial”, pues botamos la basura a las calles y parques, porque sentimos que las calles y parques no nos pertenecen; es decir calles, plazas y parques no son de nadie, adolecemos de un sentido de pertenencia.

Por otro lado, los ambateños no medimos el daño que le estamos haciendo al ambiente en el que nosotros mismos nos desenvolvemos….

¿Por qué los ambateños ya no hacen fila cuando esperan el bus urbano? – Es que acaso las personas que vienen de otros lugares nos imponen su incultura?

¿Por qué los conductores no respetan a los peatones? – Es que acaso por el hecho de estar en una vía preferencial o en luz verde, nos da todo el derecho de vejar a cualquier transeúnte.

En las escuelas se generan campañas de gobierno estudiantil y los niños para obtener votos regalan premios, en vez de proponer proyectos. ¿Qué tipo de lideres estamos creando?

Porque nuestros dirigentes no se olvidan de sus intereses partidistas y proponen un proyecto de ciudad en la que las autoridades civiles, militares, eclesiásticas, gremios, barrios y asociaciones, se sintonizan con la necesidad imperativa de Ambato: “Reconstrucción de una identidad”

Necesario centrarse en cambiar la actitud de las personas, ubicando en primer plano a los valores del ser humano. Importante reflexionar que, si atendemos prioritariamente al desarrollo humano de la gente, cualquier tipo de desarrollo se dará como consecuencia natural.

La crisis económica, social y política no es nueva y tiene un origen común: Los Valores; en tal virtud el objetivo sería crear un Ambato de Nivel Superior con valores centrales de ética y moral.

Mientras los ambateños no cambiemos de fondo nuestra actitud, seguiremos desgastándonos inútilmente implantando acciones solo de forma o apariencia, pero no de fondo, pues el cambio está en el interior de cada habitante de esta inerme ciudad.

Crear la necesidad de leer; el Municipio y la Casa de la Cultura deberían realizar campañas de lectura; la publicación de libros tiene que hacerse a un costo simbólico para que la lectura sea popular, solo cuando la población sea culta, podrá elegir bien a sus gobernantes; y no volvamos a tener mamarrachos en la Asamblea. (O)

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