Odontología en la incertidumbre profesional

Ciudad
Por el uso de la turbina se expulsan con rapidez partículas que expondrán al paciente y al odontólogo. (Foto Archivo El Heraldo)

Los protocolos de bioseguridad y las precauciones deberán ser más rígidas en los odontólogos por el riesgo que conllevará trabajar en la boca, indicó el presidente del gremio, Luis Nogales.

Las repercusiones que tiene el Covid-19 en la actividad de los odontólogos son altamente ponderables: primero porque al momento no cuentan con ingresos económicos y segundo necesitarán crear una infraestructura y cambiar el sistema de servicio, añadió.

«Vamos a laborar con lo más tenebroso que son las microgotas y el ‘spray’ que generamos al trabajar. Es decir, estaremos en la zona de más alta contaminación», dijo.

Al momento a través de la Federación Odontológica están centrados en elaborar un protocolo práctico para ajustarse a la realidad ecuatoriana, pues aquí no se disponen de los suficientes recursos.

Este documento lo presentarán al COE Nacional para que sea analizado y autorizado. El protocolo se orientará en cuatro estamentos: clínica, profesional, personal y paciente. Esto significará acondicionar la clínica, barreras de protección para el odontológo, auxiliares y usuarios, etcétera.

«Todo deberá estar dirigido para evitar una infección cruzada desde que el paciente ingresa a la clínica o consultorios», enfatizó Nogales.

Será un proceso y estudio detallado que requerirá de tiempo para bajar los riesgos de contagio.La intranquilidad radica en que para concretar las medidas de bioseguridad tendrán que hacer fuertes inversiones y no todos estarán en capacidad de financiarlo, sostuvo.

Similar preocupación expresó la odontóloga ambateña, Miriam Pazmiño, quien aseguró que esta rama profesional es la más afectada por la pandemia, debido a que la principal vía de transmisión es la boca.

«Solo con que el paciente abra la boca existirán altas probabilidades de contagio, por lo cual no podemos trabajar, ya que estamos en el primer nivel de riesgo», enfatizó.

Hasta hoy no se han descubierto prendas de protección para los odontólogos, por lo que considera casi imposible retomar las actividades, recalcó.

Acepta que se viene una nueva realidad y para brindar atención tendrán que dotarse de equipos con tecnología de punta, pero costosos que, sin embargo, no garantizarán descartar una posible transmisión del virus. (I)

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