Nombres vernáculos de los ríos de Tungurahua

Columnistas, Opinión

Se han registrado 72 nombres de ríos en lenguas vernáculas, en el territorio provincial de Tungurahua, y percibo que la lista queda incompleta y es inconsistente por cuanto  muchos cauces se han quedado en simples quebradas secas; y en otros casos, sobre todo en lo que tiene que ver con la zona de los Llanganates y sus entrelaces hacia la zona de las bajantes al  Pastaza, no se han visibilizado, e igualmente tienen cauces repletos cuando hay crecidas por las épocas de lluvia. Al ser una zona despoblada, los ríos no tienen nombre, salvando el caso de los más conocidos. Muchos de estos ríos tienen ahora nombre hispano, que hay que recordar, no es la razón de este trabajo.

Una observación  curiosa que aparece en la denominación de los ríos es que no tienen nombre de principio a fin, sino que van siendo designados de acuerdo a características lugareñas o tomando nombres de las regiones por donde pasan, conforme queda explicado. Tal el ejemplo del Pachanlica que inicia como río de Mocha, pasa a ser río de Quero, luego toma el de Pachanlica propiamente dicho cuando llega a la zona de la actual parroquia Benítez del cantón Pelileo que se llamaba Pachanlica. Con este nombre llega hasta su confluencia con el Ambato. Esto también indica un sentido de pertenencia sectorial evidenciada en el lenguaje, en donde entran las designaciones vernáculas, luego las redenominaciones en quichua, hasta llegar a las hispanas.

Igualmente como en el caso anterior de los nombres de los montes, vienen designaciones en una sola palabra, 38; y las explicativas suman 35 en dos palabras. Quiere decir esto que los nombres de los ríos son más bien los sustantivos propios. Los designados con dos palabras tienen explicación en quichua, sobre todo en diccionarios arcaicos. Veamos esta muestra alfabética:

Agoyán.- Salto del río Pastaza en las proximidades de BañosRiachuelo afluente derecho del río Pastaza, según Paz y Miño. Palabra sin explicación.

Achambo.- Ahora se conoce como Chambo. Según una escritura de compra de terreno hecha por Antonio Palomino Flores en 1677. Chambo, del quichua champu = revuelto, desordenado, según Oswaldo Encalada.

Alajua.- Río que baja de los páramos del cerro Casa guala en la jurisdicción de la parroquia Quisapincha del cantón Ambato. En el documento de 1787 que habla de trueque de mitayos para el presbítero Mera se dice “… mediando también el río Alajua, caudaloso y regularmente sin puente en que han perecido muchos, y siendo por otro lado las parcialidades de apaloes y quisapinchas las más copiosas y de indios que se hallan reducidos a la circunvalación  de mis haciendas…” . Palabra desconocida.

Alu leo.- Río que se une al Verde Chico, al E de la parroquia Sucre (Patate urcu) en el cantón Patate. Palabra pantsalea.

Ambato.- Río que se une al Cutuchi y forma el Patate al N  de la ciudad de Ambato. La mayoría de crónicas coloniales no dan nombres aborígenes a los ríos. Escriben “río grande de … (y escriben el lugar)”. El río grande de Hambato, (Hamppatu = sapo de tierra) según el diccionario de Diego González Holguín (1608), sería el río del sapo negro que vivía en sus riveras. Se ha perdido la denominación vernácula en pantsaleo. Sobre la denominación de Ambato / Jambato como poblado conviene recordar que primero estuvo el río con su nombre.

Antahua.- Río afluente del Ambato, al S de Quisapincha. En quichua anta = metal (cobre) y ahua = ¿?.

Ashpa  chaca.- Río que se une al Ambato al O de la parroquia Juan Benigno Vela (Patahalo). Realmente no ha quedado el nombre del río por lo que explica su etimología en quichua, ashpa = tierra; chaca = puente.

Ashpa chaca.- Río que se une a la quebrada Yana yacu, al SO de Mocha. La misma explicación anterior. (O)

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