Mujeres indígenas entre el campo y hogar

Interculturalidad
María de la Cruz dedica amor y tiempo de calidad al cuidado de sus animales que con la venta le permiten la subsistencia de su hogar. (Foto El Heraldo)

A las 05:00 horas, de manera religiosa, empieza la jornada para María de la Cruz. Tiene una ‘agenda’ muy apretada con el cuidado de su huerta y de sus animales. Al levantarse primero da gracias a la Madre Tierra por cada día y los productos que le permite cultivar.

Una vez culminada su oración en kichwa, toma su machete y se dirige a cortar la hierba como: alfalfa, espinacas, hojas de maíz entre otras, para llevarlas a las covachas acondicionadas para la crianza de los cuyes. Con mucha paciencia les cambia el agua, limpia cada uno de los cubículos y les coloca la nueva comida.

Después regresa a casa, desayuna con su esposo y retorna a las actividades del campo. Esta vez cambió el machete por el azadón para limpiar la mala hierba del huerto de verduras y vegetales que está detrás de su casa. María de la Cruz habla muy poco el castellano y es la presidenta de la Asociación de Mujeres Sisa Pacha de Tambaloma que se organizaron desde 1996 para trabajar en proyectos que les permitan subsistir y más aún en tiempo de emergencias. Todas son indígenas de la comunidad que pertenece a la parroquia San Fernando de la zona alta de Ambato, provincia de Tungurahua.

María de la Cruz, a sus 60 años de edad, mencionó que tuvieron la necesidad de organizarse para lograr tener apoyo de las entidades gubernamentales y ONG.

Explicó que desde el inicio de la asociación decidieron a trabajar la tierra porque el alimento no debe escasear. El nombre de ‘Sisa Pacha’ lo escogieron en honor a la Pachamama, pues en castellano significa ‘Flor de tierra’.

Cada una de las mujeres labra la tierra, cría sus animales y cuidan del hogar. Se organizan para no descuidar ninguna de sus labores. (I)

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