Mujer vende humitas e hizo estudiar a sus hijos

Interculturalidad

Narcisa de Jesús Gonzaga Jaramillo (52), elabora humitas en Pinllo y considera que nada es fácil en la vida, pero tiene ‘mente positiva’ para seguir adelante y no decaer en su emprendimiento. (Foto El Heraldo)


Narcisa de Jesús Gonzaga Jaramillo (52), es oriunda de Loja y radica hace dos décadas en la parroquia de Pinllo, ya que tuvo que separarse de su esposo por varias circunstancias de la vida, y decidió probar con nuevas oportunidades en una nueva tierra.

Así fue como llegó con su madre e hijos a Tungurahua, donde trabajó de todo; es decir, como empleada doméstica, ayudando a elaborar la colación en un plantel educativo de Ambato, y más. Recuerda que a su pequeño hijo Armando le enviaba en bicicleta a vender el pan por la parroquia Pinllo; mientras en casa se quedaba para cuidar a su otra hija.

Al tener patrono en ocasiones la despedían porque ya no tenían como pagarle por sus servicios y fue ahí donde decidió ser emprendedora, con el arte culinario al elaborar bolones y empanadas de verde y yuca, quimbolitos, humitas y morochos.

Con el pasar del tiempo los clientes se inclinaron preferentemente por las humitas y algo del morocho. Con sus productos recorre las calles en medio del sol, lluvia, o frío, ya que como informal no podía permanecer en ningún sitio por mucho tiempo, hasta que poco a poco fue siendo conocida en Pinllo.

Un día, una de las señoras propietarias de una de las viviendas en esta parroquia le permitió que se quedase parqueada con su pequeño coche ambulante debajo de la visera del domicilio para que descanse y pueda vender con mayor tranquilidad sus humitas.

Con este emprendimiento hace estudiar a su hijo en la universidad (Mercadotecnia), paga el arriendo y servicios básicos. En cuanto respecta a su hija, comentó que ella se casó y ya no vive con ella.

En el centro de Pinllo, vende las humitas los lunes, miércoles, jueves y viernes; mientras que, los quimbolitos son los jueves. En este proceso le ayuda su sobrina Yomaira Salinas con mano de obra y en el recorrido; mientras que su madre le colabora al pelar los granos de choclo. Recorre desde las 17:00 hasta las 19:00 o 20:00 horas.

Vende tres humitas por un dólar. Está ubicada en la calle Maugeri y Quiteño Libre;  a tres cuadras de la iglesia central, en la vía principal, en el sector más comercial de la parroquia. Aspira que las personas le sigan colaborando. Sueña tener una cafetería en Pinllo para vender las humitas y más delicias, sobre todo lojana. (I)

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