Misión China / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión

El presidente, Guillermo Lasso, inició una nueva misión internacional, con la finalidad de mantener reuniones de alto nivel en territorio chino. Este viaje es una respuesta diplomática a la cortesía que tuvo el presidente, Xi Jinping, para que la delegación ecuatoriana asista a la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022.

Aunque no se trata de una visita oficial, es una oportunidad para buscar beneficios en nuestro favor. De acuerdo a fuentes oficiales, los objetivos son gestionar el ingreso sin aranceles de algunos productos nacionales al mercado chino y proponer una renegociación de la deuda, desvinculando el petróleo ecuatoriano de los créditos conseguidos en los años de apogeo de la revolución ciudadana. El endeudamiento con este país bordea los 5 mil millones de dólares. Entonces, el cumplimiento de estos objetivos o una parte de ellos sería providencial. 

La presencia china en nuestro país, durante el correísmo, no goza de buena reputación, algunas de sus empresas estatales están vinculadas a la construcción de las centrales hidroeléctricas, con las cuales se pretendía cambiar la matriz productiva y convertir al Ecuador en país exportador de energía eléctrica. Sin embargo, varias centrales siguen inconclusas y de las que se mantienen en funcionamiento, Coca Codo Sinclair, tiene múltiples problemas.

A esto se suma, el otorgamiento de créditos con intereses excesivos, en los que nuestro petróleo quedó prendado, con una garantía AAA, es decir, una calificación arbitraria de la calidad del hidrocarburo, que depende exclusivamente del acreedor. Al parecer, en este negocio hubo un ganador. Mientras los intereses de los ecuatorianos quedaron en segundo plano.

La pandemia desmejoró la imagen del imperio asiático en todo el mundo. Xi Jinping hace esfuerzos para revertir esta situación negativa. Estamos ante la posibilidad de lograr una relación más justa, en la cual existan beneficios compartidos para las dos naciones. China ha realizado condonaciones en algunos países, al aceptar la existencia de problemas de corrupción en proyectos donde han participado sus empresas. Este podría ser nuestro caso.

La inauguración de los juegos de invierno debería marcar el inicio de una relación saludable con el mayor mercado del mundo, al que se exportó 2.848 millones de dólares, entre enero y noviembre de 2021, en productos no-petroleros. La negociación no será fácil y los resultados tampoco serán inmediatos. El gobierno del encuentro se enfrenta a un gran desafío. (O)

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