Migración / Dr. Guillermo Bastidas

Columnistas, Opinión

 

La definición más aceptada entre los estudiosos y analistas del tema es la siguiente: “Se da el nombre de migraciones o movimiento migratorio, al desplazamiento, con traslado de residencia de los individuos, desde un lugar de origen a un lugar de destino o llegada y que implica atravesar los límites de una división geográfica”

Las migraciones internacionales constituyen un movimiento realizado por seres humanos, es un proceso social, cuyo desplazamiento contempla el viaje con una “alforja” que incluye un idioma, una historia, una familia o relaciones sociales con grupos de semejantes, una cultura propia. Es un cambio de residencia, un cambio de vida y de valores.

Los desplazamientos han sido una constante en la historia de la humanidad, muestra de ello son los nómadas, exploradores, invasores, conquistadores, colonizadores.

La oleada de migrantes irregulares e indocumentados que huyen de situaciones sociales críticas, de hambre, tiranía, dictadura y violencia y que buscan refugiarse en otros países para obtener mejores condiciones de vida, pero que lastimosamente encuentran intolerancia, estigma y hasta odio.

Las razones que impulsan a los procesos migratorios están relacionadas principalmente con la búsqueda de satisfacción de una necesidad humana, sea esta de seguridad física o psíquica, una mejora de la situación económica del migrante o su familia, libertad de pensamiento.

Se han definido cuatro derechos básicos de los migrantes. El primero es el derecho a no migrar. El segundo es el derecho a la libre movilidad. El tercero es el derecho a la justicia social y laboral; y el cuarto es el derecho a la identidad cultural.

Las migraciones traen consigo una serie de efectos que, de no tener un adecuado tratamiento político administrativo, traerán una variedad de efectos sociales devastadores como son la xenofobia, discriminación, estigmatización y descontento social.

La percepción sobre la política migratoria comprueba la necesidad del país de implementar una verdadera política migratoria, no una demagogia politiquera migratoria, que contemple líneas de acción dirigidas a las inmigraciones y a las emigraciones, y que esté basada en el respeto a los derechos humanos y en el trato justo e igualitario de los migrantes.

Los migrantes y la migración son un proceso que genera un grave problema Psicosocial que sin una real y científica política migratoria va a producir miseria, pobreza, violencia, delincuencia, deterioro de la Salud Mental y violación de los derechos humanos. (O)

Deja una respuesta