Metamorfosis / Mauricio Calle Naranjo

Columnistas, Opinión

El poder en América Latina según Hilda Sábato ha estado estrechamente relacionado entre la ciudadanía y el proceso político. Es así que en los años 80 se vivió la transición desde la dictadura y en los 90 se empezó una reflexión crítica de las relaciones entre democracia y ciudadanía. De acuerdo a este punto de vista, Ecuador actualmente también sufre un proceso de transformación en la sociedad civil debido a un cambio en el sistema político desde el triunfo del Movimiento CREO.

En estos cambios de poder, existen divergencias de opiniones e intereses que en muchas ocasiones pueden caotizar el funcionamiento de la estructura gubernamentalsino se llegan a los mal llamados “acuerdos”. La historia del Ecuador interpreta al “caos” con un significado subjetivo, porque es el nacimiento de las transformaciones que debe atravesar la sociedad a fin de alcanzar un sano equilibrio, y como el papel aguanta todo, el fruto de tanto debate debería ser en pro del pueblo ecuatoriano.

Ecuador en estos días está experimentando huelgas y manifestaciones de sectores que no encuentran una sintonía con el actual gobierno. Esto es el inicio de una metamorfosis del pueblo, donde el resultado teórico deberían ser soluciones creadas con la finalidad de calmar las necesidades del país, sin embargo, en la lucha por el poder siempre existirá inclinación y sesgos que benefician a los de buena ventura.

La búsqueda de un objetivo común debe ser la presea a alcanzar como Estado, y también ser la premisa para a través de la dialéctica construir compromisos que beneficien a todos y fortalezcan la institucionalidad. El mundo es dinámico y en consecuencia la política pública necesita estar al servicio de los ciudadanos en los tiempos contemporáneos, y conforme a esta realidad las opiniones divergentes de un pueblo fragmentado deben enmarcarse en la solución de la problemática social y ser escuchada igual que a un sujeto político. (O)

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