Más unión, menos materialismo

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Editorial
A menos de un mes de que empiece la celebración de Navidad, familias enteras se alistan para pasar un tiempo de paz y recibir la venida del niño Jesús, ya que el significado de la época navideña, nos invita a reflexionar detenidamente.

Si bien es cierto que en diciembre existe un mayor movimiento comercial, en cuanto a la compra y venta de obsequios que cada ciudadano realiza para regalar a ese ser querido, también es un mes en el que muchas familias quieren pasar un tiempo a solas.

La unión familiar, sin duda, es propiamente la razón fundamental por la que la Navidad debe ser tomada como una fecha exclusiva para entender nuestro comportamiento junto al prójimo. La esencia de esta fecha representa en evaluar y hacer un ‘mea culpa’ de nuestro actos erróneos y cómo aquellas acciones han repercutido negativamente en la sociedad.

Uno no puede disculparse y obtener perdón dando un regalo material. El perdón debe ser obtenido de corazón, sintiendo el arrepentimiento en lo que nos equivocamos y, mediante eso, volver a la unidad dentro de un núcleo donde, por circunstancias de la vida, a veces abandonamos pero estamos a tiempo y dispuestos a regresar.

El amor no se mide por el excesivo costo de un regalo, sino por el respeto mutuo y la confianza que le brindas a tu prójimo; es un sentimiento que traspasa el dinero y te genera alegría en todo momento, al saber que tu ser querido está a tu lado apoyándote y acogiéndote en el lugar donde naciste.