Lucecitas de navidad

Columnistas, Opinión

Esta navidad nos ha tocado vivir en medio de una grave crisis energética, en esta época los ecuatorianos no deberíamos llenar los hogares con centenares de foquitos de colores,  es época para renovar la fe en Dios y  para compartir con los seres queridos. En nuestra juventud, imbuidos desde la niñez por nuestros antepasados asistíamos a la iglesia católica a escuchar  la palabra de Dios a través de la concienciación del Evangelio y el conocimiento de la historia de la iglesia.

La historia da cuenta que hasta antes del 1515 no había otra iglesia que la católica, fundada por Simón a quien Jesucristo le encargo las llaves del Reino rebautizándolo de Pedro (Petrus, piedra o firme como una roca) y conminarle que sobre él se edifique su Iglesia. No obstante, el 31 de Octubre Día de Brujas, nacieron otras iglesias con las deserciones de Lutero, Calvino y Zwinglo, y hago este breve  recordatorio para especular  sobre el significado de la Natividad, ahora que vivimos el adviento: año litúrgico que comprende las cuatro semanas antes de la Navidad y que tiene un significado elevado para el cristianismo, distantes de los festejos impuestos por el mercado y el consumo. Es la evocación de la venida de Jesús, que va más allá del nacimiento biológico al afianciamiento del renacer permanente de los elementos espirituales  que adecentan nuestros cuerpos. Todos los años ésta conmemoración estuvo matizada por fenómenos desfavorables. Este año nos han horrorizado escenas apocalípticas a nivel nacional con asesinatos por todo lado de Políticos, en las calles y plazas en especial en la costa ecuatoriana ya no se puede transitar pasadas las 19 horas, la guerra entre Israel y Palestina, la guerra entre Rusia y Ucrania, con secuela de muertes que se desalojan en camiones.

La Navidad debe retornar a sus orígenes de sencillez y virtud que nos enseñó el Nazareno, cuando nació vivió y murió. Esa sencillez que reduce la diferencia entre lo que tengo y me hace falta, demostrando la verdadera lógica de economía. En esta época adviento es la celebración de la vida y el amor, no del odio y menos de la muerte. ¡Hay que ensalzar la vida humana, de aquel hombre que encarno al ser humano a su imagen y semejanza!.

Para concluir quiero hacer llegar un fraternal saludo de Navidad a todos mis fans (lectores) a mi familia que se encuentra en New York, en Madrid a Paulina que se encuentra de cumpleaños, y a todos y cada uno de los empleados y colaboradores de este prestigioso rotativo. Que todos tengan una Feliz Navidad. (O)

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