¡Lo peligroso del adeudamiento! / Mirian Delgado Palma

Columnistas, Opinión




El tema del endeudamiento se ha convertido en una táctica indispensable para el sostenimiento económico de nuestro país, advirtiendo que es forzosa esta medida debido a la “malversación perversa’’ de los fondos públicos del gobierno de la década pasada que ha dejado al Ecuador en una crisis económica angustiosa.

Si bien, para el gobierno no hay otra salida que acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo programa económico aprobado para el Ecuador ha propuesto un plan de ajuste que lo conocen plenamente los técnicos y que próximamente conocerá el pueblo ecuatoriano que se halla muy tensionado y nervioso, especialmente por las reformas tributarias y laborales que posiblemente afectará la economía de los más pobres, a quienes se endosa el “peso de la corrupción”. Sin duda, los miles de millones de dólares asaltados al erario nacional, que se ha vuelto una letanía cotidiana, hasta hoy no ha regresado ni un dólar a las arcas fiscales. ¡Solo amenazas, sin ninguna esperanza de recuperación!

Hay que partir de la premisa que cualquier modificación que se quiera realizar y cualesquiera sean las metas que se pretenden alcanzar, deben estructurarse sobre la base del desarrollo social y ser fruto de la concertación de todas las fuerzas sociales y del acuerdo entre todos los sectores líderes, enfocada a establecer una política monetaria “’no inflacionaria’’ para proveer un aumento constante y moderado en el circulante.

Las nuevas políticas económicas deben ser materia de discusión y análisis no solo de los técnicos en materia económica y por los administradores públicos, sino principalmente por parte de los dirigentes, los líderes políticos, los industriales, los comerciantes, los burócratas y especialmente por el pueblo mismo, estableciendo un mecanismo confiable y efectivo para la aceleración del progreso social y económico, y darle un mayor dinamismo. Necesariamente el nuevo esquema operativo a diseñarse tendrá que encarar la profunda realidad de nuestro país.

Lo peligroso del endeudamiento, además del peso que significan el pago del capital y de los intereses en condiciones de deterioro económico progresivo, y a pesar del desarrollo de obras realizadas, tienden a “acrecentar la brecha entre ricos y pobres”. En consecuencia, el endeudamiento es un problema que afecta directamente a los más vulnerables. Otro peligro son los especuladores que convulsionan la economía del país.

Por otra parte, el gobierno ha tomado soluciones aparentes con sentido paternalista y populista mediante la implementación de subsidios, y bonos incentivando la irresponsabilidad y la vagancia de ciertos individuos que viven de la limosna del Estado.

La situación en nuestro país se vuelve compleja. Se aspira que quienes tienen en sus manos el poder de decisión se identifiquen con sentimientos patriótico y altruista, dejando de lado toda aspiración personal y grupal con tintes politiqueros y cálculos electorales, cuyas consecuencias vengan a generar una situación más grave que la inicial.

El panorama presente es indeciso y se agravará aún más sino no se piensa en términos de futuro que ayuden a la obtención de condiciones de progreso. Las nuevas medidas económicas que se adopten esperamos no golpeen a los más necesitados que esperan de sus representantes políticas económicas que aseguren su buen vivir. (O)

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