Libre comercio con China / Luis Fernando Torres

Columnistas, Opinión

Entre los logros de la fugaz visita presidencial a China figura la negociación de un acuerdo de libre comercio con China para promover, sobre todo, las exportaciones de camarones y otros productos alimenticios del Ecuador. China necesita comida para su gente y nuestro país sería uno de los tantos proveedores. 

A cambio de que ingresen esos productos ecuatorianos al mercado chino, al Ecuador ingresarían, a su vez, zapatos, ropa, vehículos, acero, insumos para la construcción y muchos productos más, liberados de aranceles, salvo para los productos en los que se acordaren excepciones.

Con el aumento de las exportaciones ecuatorianas de camarón y alimentos el Ecuador recibiría alrededor de un mil millones de dólares adicionales. Sin embargo, por el otro lado, tan sólo con el ingreso de acero chino a nuestro país, el Ecuador dejaría de producir, por lo menos, un mil millones de dólares, de los tres mil millones que ese sector aporta anualmente al PIB.

Lo dramático de que el Ecuador deje de producir esos mil millones de dólares en el sector del acero es que, además, deberán cerrarse negocios locales y muchos ecuatorianos se quedarán sin trabajo. 

Algo parecido ocurriría con el sector productivo ecuatoriano y, particularmente de Tungurahua, en los sectores del calzado y de los textiles, si el ingreso a nuestro país de zapatos y ropa china no tiene ningún tipo de arancel. 

El acuerdo de libre comercio con China destruiría al artesano y a la industria tanto pequeña como mediana y grande. No se trata de falta de competitividad del sector productivo local sino de una desventaja estructural frente a una descomunal producción china que tiene al Estado y al gobierno detrás de todo el proceso. 

Con el acuerdo comercial se fortalecerá el sector importador, lo cual es positivo. En todo caso, los sectores que van a resultar perjudicados tienen todo el derecho de reclamar compensaciones. 

Y si el acuerdo comercial con China es un problema para muchos ecuatorianos, también lo es el anunciado acuerdo de libre comercio con México. Tan fuertes son las economías de esos dos países que sus gobiernos aspiran que el Ecuador firme los acuerdos sin concesiones.  (O)

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