Libertad y paz, unidad tienen valor de eternidad / Diácono Garibaldi Buenaño M.

Columnistas, Opinión

El 11 de abril optaremos por Guillermo Lasso o por Andrés Arauz como nuevo huésped del Palacio de Carondelet por los próximos cuatro años. Según a quién elijamos como presidente de la República, Ecuador seguirá siendo o no el portal y pesebre de la Libertad, de la Paz, de la Unidad, valores insustituibles de la Democracia.

Esta sana y legítima aspiración de muchísimos ecuatorianos tiene, como toda obra de bien, detractores: Evo Morales, Daniel Ortega, Nicolás Maduro, Ernesto Samper y los prófugos de la revolución ciudadana con Rafael Correa a la cabeza, muy conocidos por los ecuatorianos.

Quizá no tanto Ernesto Samper, ex presidente colombiano, que ascendió al poder con el apoyo del cartel de Cali de los hermanos Rodríguez Orejuela, según revelaron medios de comunicación del hermano país. Cuando a Arauz le acusaron de tener el apoyo del Comandante Uriel del ELN, abatido en la selva colombiana, según datos encontrados en sus computadoras, Ernesto Samper montó en cólera y dijo:” es una infamia, es un juego sucio en contra de los pueblos progresistas….”. Nótese bien, “en contra de los pueblos progresistas”.

Andrés Arauz, como es lógico piensa igual, está formado en la misma escuela, hecho en el mismo molde, y dice: “Vamos a replicar el modelo venezolano en nuestro país; conversé con Nicolás Maduro y tenemos una identidad común como latinoamericanos….”. Y lo repite por redes sociales. Para estos señores y sus iguales, el fracaso es sinónimo de progreso, de éxito; no cuenta para nada el éxodo de cientos de miles de familias venezolanas que huyen acosadas por el hambre, (se calcula en cuatro millones), la delincuencia y criminalidad galopante – la más grande de Latinoamérica- la desnutrición extrema, la inflación estratosférica, la falta de medicinas, nula oportunidad de emprendimientos… ¿Esto es progreso? ¿En qué diccionario editado por autores inteligentes se define a la desgracia, a la ruina, a la tragedia, a la destrucción como progreso? ¡¡Por ninguna parte, ni mirando con lupa y buscando con palo de romero!! ¡¡Por ninguna parte la verdad lógica y menos la verdad ontológica, están de su parte, señores!! Replicar en Ecuador el desastre, la anarquía que vive Venezuela con el apoyo de sus iguales, me suena a infierno convertido en voces, a infierno convertido en ofrecimiento….

El Demonio es el padre de la mentira dice Jesús, Maestro de maestros. Sólo para ustedes sobre las piedras brotan flores. No señores, no brota la vida, el progreso, el bienestar, los emprendimientos sobre la destrucción y la muerte, por más que repitan por las redes sociales con voces de desespero que se van pareciendo a puestos de verduras en plaza de abastos.. El objetivo principal de ustedes, señores, es instaurar en Latinoamérica, valiéndose de mil triquiñuelas, gobiernos totalitarios, el fracasado Socialismo del Siglo XXI. (O)

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