Las mesas de diálogo / Paúl Viteri Albán

Columnistas, Opinión

Después de todas las gravísimas pérdidas económicas generadas a consecuencia del paro nacional convocado por los movimientos indígenas; y, una vez que ha dado inicio a las mesas técnicas convocadas con la finalidad de alcanzar acuerdos sobre las demandas presentadas durante el desarrollo de las movilizaciones, resulta indispensable, que los diferentes actores de estas, tengan clara la inmensa responsabilidad que tienen en sus manos, además de las consecuencias que podrían acaecer en el futuro a consecuencia de sus buenas o malas decisiones.

Digo esto, porque resulta evidente que al parecer esto no sucedería, debido a que mientras el Ministro de Gobierno Jiménez denominaba al inicio de las mesas técnicas como un proceso de “reconciliación nacional”, al mismo tiempo el presidente de la república y varios ministros de estado, demostrando nuevamente su infalible falta de criterio y experiencia política, acusaban a los movimientos indígenas de haber “recibido financiamiento de grupos vinculados al narcotráfico”, algo que como era de esperarse genero la inmediata reacción de rechazo y puso en riesgo el desarrollo de los diálogos.

 Resulta imperioso que el gobierno nacional y los dirigentes de los movimientos sociales resuelvan para siempre la herida social abierta y generada a consecuencia de todo lo que, sucedido a consecuencia de las movilizaciones, además de que el gobierno empiece a implementar políticas públicas que vayan direccionadas a cumplir y atender las necesidades básicas de la población.

A pesar de que en su momento el presidente Lasso admitió públicamente que varias de las peticiones de los movimientos indígenas “eran justas, pero que el gobierno todavía no había podido atender”, al parecer al presidente se le olvidó decir “que varias de estas peticiones, fueron parte de su propuesta de campaña que lo llevo al sillón presidencial de Carondelet; y, también estos temas formaban parte de la propuesta de alianza entre su movimiento político y el partido social cristiano.

En fin, el concepto más básico de política dice que esta es el “arte de gobernar”, no es posible que un gobierno se quede en ese solo y único enunciado; sino más bien, desarrolle acciones en torno a eliminar las barreras y aumentar la capacidad de la población pobre de ganarse la vida dignamente, aumente la productividad de los pequeños actores agropecuarios, acompañado de la creación de empleo digno agrícola y no agrícola para poder lograr el empoderamiento de los habitantes de la zona rural, sin dejar de lado el preocupante y alarmante cambio climático.

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