Las drogas y el cerebro / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

Las drogas pueden alterar zonas importantes del cerebro las cuales son necesarias para funciones vitales, de conducta, de comportamiento y que además pueden inducir el consumo compulsivo que es característico en la drogadicción. Las zonas del cerebro más afectadas por las drogas son:

Los llamados ganglios basales: Que cumplen con funciones importantes en la motivación, incluidos los momentos placenteros de actividades saludables como alimentarse, interactuar socialmente o tener una sana actividad sexual, así como también en la formación de hábitos y rutinas.

Estos ganglios basales constituyen un área clave en lo que muchos científicos denominan el «circuito de recompensas» del cerebro. Las drogas generan hiperactividad en este circuito, lo que produce la euforia, alegría, regocijo que siente cuando el adicto consume sustancias; obviamente cuando la presencia de la droga se repite, el circuito se conecta, adapta y disminuye su sensibilidad, lo que hace que a la persona se vuelva un consumidor compulsivo de la droga.

La amígdala: cumple una función en las sensaciones estresantes como la ansiedad, la irritabilidad y la inquietud, las cuales son características del síndrome de abstinencia una vez que la droga desaparece del organismo, lo cual motiva a la persona a volver a consumir la droga. A medida que aumenta el consumo de la droga, este circuito se vuelve cada vez más sensible. Con el tiempo, una persona con un trastorno por el consumo de drogas no las consume ya para lograr un estado de euforia sino para aliviar temporalmente el malestar que produce el no consumirla.

La corteza prefrontal:  gobierna la capacidad de pensar, planificar, resolver problemas, tomar decisiones y controlar los propios impulsos. Esta es la última parte del cerebro en alcanzar la madurez, lo que hace que los adolescentes sean más vulnerables. Los cambios en el equilibrio entre este circuito y los circuitos de recompensa y de estrés de los ganglios basales y la amígdala permiten que una persona que sufre de un trastorno por el consumo de drogas busque la droga en forma compulsiva y tenga menos control de sus impulsos.

Algunas drogas, como los opioides, también afectan otras partes del cerebro, tal como el tronco del encéfalo, que controla todas las funciones indispensables para la vida, entre ellas la frecuencia cardíaca, la respiración y el sueño, lo cual explica por qué las sobredosis de los opioides pueden reducir sustancialmente la respiración y causar la muerte.

Estimado lector las drogas tanto lícitas (alcohol, tabaco) y las ilícitas (marihuana, cocaína, heroína, LSD entre otras) PRODUCEN DAÑO AL CEREBRO. LO DEMÁS QUE SE DICE SOBRE LOS BENEFICIOS DE LAS DROGAS ES PURO CUENTO. (O)

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