La muerta de frio

Columnistas, Opinión

Cuenta la leyenda, que en nuestra ciudad residía Bienvenido Suárez, una persona de escasos recursos económicos que, desde hace mucho tiempo, tenía la intención de contraer matrimonio con alguna mujer de buenos sentimientos, a pesar de que, en sus últimos intentos, no le habría ido muy bien, porque cuando se enteraban de que no tenía dinero se alejaban, sin explicación.

Para evitar que esto se repitiera, Bienvenido Suárez tuvo la idea de alquilar un traje los días domingos, para salir a pasear muy elegante por las calles de Ambato y así, cuando las jovencitas vieran la elegancia de este caballero, alguna de seguro quisiera contraer matrimonio. 

Pues resulta, que una tarde el Sr. Suárez tenía una cita con una jovencita y salió muy elegante de su casa, portando el traje que había alquilado, caminó hasta el parque, lugar donde se había fijado el punto de encuentro y a pesar de que espero por mucho tiempo la mujer lamentablemente nunca llego, angustiado y triste por el desplante, camino hasta un cuarto que rentaba en el sector de la Merced.

Durante el trayecto, se encontró con una hermosa jovencita de una belleza sin igual, que se encontraba sentada sobre un banco, tenía su vestido empapado de agua, su rostro denotaba miedo y sus ojos se encontraban llenos de lágrimas, fue cuando el caballeroso Bienvenido Suárez se acercó y le preguntó, porque se encontraba triste y si podría ayudarle de alguna forma.

La hermosa dama le comentó que tenía mucho miedo de volver a su casa, porque su padre estaba muy enojado con ella. Bienvenido Suárez inmediatamente le sugirió, que, para evitar una enfermedad en razón de sus prendas mojadas, debería regresar a su casa. 

La guapa jovencita se identificó como Mercedes, acepto de inmediato el concejo y se dispuso ir hasta su hogar, el caballero Bienvenido Suárez, sin dudarlo se ofreció acompañarla, además de ofrecerle su chaqueta para evitarle más frío, al llegar a la vivienda de Mercedes, el galante caballero le solicitó le devolviera la chaqueta al siguiente día, en el mismo sitio donde se habían conocido, fijando la misma hora para tal efecto, la bella jovencita acepto gustosa la propuesta y Bienvenido Suárez se alejó emocionado, pensando que esta bella mujer podría ser la elegida para ser su esposa. 

Al siguiente día, Bienvenido estuvo muy puntual en la cita, pero Mercedes jamás llego, triste y muy decepcionado, decidió ir a buscarla en su casa, con la finalidad de que le entregará la chaqueta que era alquilada, al golpear la puerta le atendió un hombre de negro; y, al comentarle el motivo de su visita, el hombre se enfureció mencionándole que su hija habría fallecido hace dos meses.

El joven rápidamente describió a Mercedes y la ropa que llevaba puesta, y fue entonces cuando el iracundo padre recordó que esa era la ropa que llevaba puesta su hija, el día que huyo de su casa y se enfermó mortalmente de neumonía, por permanecer toda la noche mojada, Bienvenido Suárez no podía creer lo que escuchaba y junto al padre de Mercedes, fueron al cementerio. Cuando llegaron a la tumba de Mercedes, colgada en las rejas de esta, encontraron la chaqueta que el día anterior este le habría ofrecido, para protegerla del frío. (O)

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