La magia del amor / Mirian Delgado Palma

Columnistas, Opinión



La existencia del hombre no hubiera tenido sentido si en las fibras más íntimas de su ser, no tenga cabida el sentimiento maravilloso y universal que es “el amor” que da regocijo y plenitud al espíritu mientras la vida siga marcando el tiempo a través del órgano extraordinario llamado corazón, que es la vibración del espíritu.

Jesús cuando vino al mundo, vino por amor a sus hijos, y por amor entregó su vida demostrando que lo más importante en el ser humano es el amor,  emoción que supera y traspasa los escollos e infortunios a los que estamos expuestos. El amor estimula el espíritu, da sentido a la vida, ennoblece los sentimientos, dignifica al hombre y le da un ideal para su vida.

El amor, es el puente que todos los humanos necesitamos para encontrarnos con nuestros semejantes, para unirnos con un abrazo de hermandad, de fraternidad a fin de concretar nuestros ideales y llegar a las metas que nos hemos propuesto alcanzar.

El amor, es una corriente espiritual que nace en la sensibilidad del alma, es la expresión del sentimiento divino que nos acerca al cielo. Dios, cuando creó al hombre nos dio el soplo de amor, proyectado de las fibras divinas de su apasionado corazón.  Si Somos la proyección del Creador; aquel amor que debe morar en los mortales debe ser, puro, noble, digno, espontáneo; en el que no prevalezca las cosas superfluas, sino una fuente inagotable que dé vida fecunda a la materia para construir la obra divina.

El universo fue creado por amor al hombre, lo encontramos en todas las formas y colores, desde la más pequeña de las florecillas, hasta las más gigantescas plantas ornamentales; los más lívidos paisajes, hasta el radiante y fascinante puesta del sol. Y que decir del amor que se manifiesta en el compañero/ra de nuestras vidas; es engrandecer el alma, es inmortalizar lo que se ama.

Quien no ama, se desprecia así mismo, vaga en el frio laberinto de su tragedia egoísta y mezquina, se retuerce y se arrastra en el fango obscuro de su amargura; en su corazón florece un sentimiento satánico que se llama odio, porque el amor “nació con Dios’’; y el “Odio con el maligno”. Cuando el corazón lo llenamos con amor saboreamos el vino exquisito que se llama felicidad. Y cuando el corazón lo llenamos con odio, saboreamos el vino amargo que es llama esclavitud.

Nuestro ilustre maestro “Juan Montalvo”, en hablando del amor decía: “Felicidad sin amor, no hay alma seca y helada que imagine: preponderancia, honores, tesoros, fama, todo va a dar en el centro de la felicidad única que es el amor”.

“El hombre que no ha amado nunca, no ha vivido nunca. El hombre sin amor carece de espíritu. El hombre es creación de Dios, es Dios convertido en amor”. (Anónimo)

La magia del amor es una virtud noble del alma, es el incienso que da aroma a la vida, es la luz que alumbra las penumbras, es la hoguera que da calor a los seres amados, es el arroyo que purifica nuestros corazones, es el himno que embriaga el alma, es la medicina que cura todas las heridas. Y, es el Corazón Divino que da paz y felicidad a los hombres. (O)

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