La importancia de una mascota en la vida de un niño. / Aracely Silva Cadmen

Columnistas, Opinión

El volver a casa y encontrar un compañero leal te crea paz y tranquilidad, el amor incondicional de una mascota puede brindar más que compañía.  Las mascotas a más de brindarte armonía y calma, también pueden disminuir el estrés, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales.

Los niños que cuidan mascotas aprenden algo fundamental como es el cariño y el respeto hacia los animales; pues son importantes para el desarrollo en todos sus aspectos como físico y afectivo; cuando cuidan mascotas aprenden algo fundamental el cariño y el respeto hacia los animales siendo esto una forma de adquirir responsabilidades.

Convivir con perros y gatos desde el nacimiento refuerza el sistema inmunológico y previene la aparición de alergias, evita el sentimiento de soledad, alivia la depresión, reduce el estrés, aumenta el sentido de responsabilidad, refuerza la autoestima entre otros beneficios; a pesar de todas las ventajas que pueda suponer el tener una mascota en casa debemos medir los riesgos y responsabilidades que acarrea esto.

Es un hecho habitual que los más pequeños de la casa pidan un animalito, si los padres acceden a esa petición deben hacerlo en un acto de responsabilidad, deben explicar al niño que no es un juguete, sino un ser vivo que necesita de cuidados; se debe elegir una mascota que se adapte al modo de vida familiar y a las condiciones del hogar.

Se ha demostrado que la interacción con animales disminuye los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés), otros estudios han descubierto que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar su estado de ánimo, así como ayudar a proteger a los niños pequeños del desarrollo de alergias y asma.

 El tener una mascota puede incluso ayudar en el tratamiento de enfermedades que afectan a los dueños, contribuyendo a una mejoría en la respuesta del paciente. La convivencia con la mascota ayuda a desarrollar el sentido de la responsabilidad y a comprender que los otros también tienen necesidades. Es recomendable que el niño se haga cargo de las pequeñas tareas que supone tener un animal en casa:  baño, paseo, comida, juegos, lavado del plato entre otras, siempre con la supervisión de un adulto.

Convivir con una mascota desde edades tempranas ayuda a desarrollar mayor seguridad en sí mismo y en las relaciones con los demás; son niños más sociables y con mayor capacidad empática hacia los demás; la relación con otro ser vivo ayuda a desarrollar aspectos de la comunicación no verbal y la capacidad de intuición; también los niños que conviven con mascotas pueden llegar a entender mejor los procesos vitales como el nacimiento y la muerte, y en los casos de celos por la llegada de un nuevo hermano, la mascota puede disminuir estos ataques.

Con la mayoría de animalitos siempre existe el riesgo de mordeduras o arañazos, por lo que se debe amaestrar bien a la mascota y educar al niño para que lo respete y no lo moleste cuando el animal está comiendo o durmiendo; si se compra una mascota se debe elegir una raza pacífica, que tenga un temperamento adecuado para estar con niños, no nos olvidemos de elegir la mascota adecuada, sobre todo inculcar que no es un juguete, sino un ser vivo que será parte de la familia.   

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