La daga de Tutankamón / Martín Sevilla Holguin

Columnistas, Opinión

En octubre de 1925, tres años después de que Howard Carter y su equipo hicieran el descubrimiento arqueológico más importante del siglo XX, se abrió por fin el sarcófago de Tutankamón, revelando cientos de tesoros nuevos de la tumba del  “niño rey”. Entre las 17 capas de vendajes, debajo de la icónica mascara de oro, se encontraron dos dagas pertenecientes al joven faraón, pero una de ellas fascinó y desconcertó a los arqueólogos. Un hermoso cuchillo con empuñadura de oro labrado y pomo de cristal, con una brillante hoja de hierro que ha perdurado sin oxidación a pesar de sus más de 3,000 años.

El misterioso origen de esta reliquia fue motivo de debate e investigación por varias décadas, pues hoy sabemos que los egipcios no llegarían a su edad del hierro sino hasta 500 años después del rey Tutankamón. Estudios de la composición química del metal indicaron que además de hierro, contenía cobalto y níquel, este último en cantidades inusualmente mayores a lo encontrado en otros objetos históricos. La conclusión a la que se llegó es extraordinaria: el metal de la daga tiene un origen extraterrestre. Los investigadores en el Instituto Tecnológico Chiba en Japón concluyeron que la daga fue forjada de un meteorito, el que además, no proviene de Egipto. Las inscripciones encontradas en las “Cartas de Amarna”, tablillas de arcilla que se usaron como correspondencia diplomática, sugieren que la daga fue un regalo del rey Tushratta de Mitanni (ahora Siria) al faraón Amenofis III, abuelo de Tutankamón.

El regalo guarda una especial importancia y significado, pues al ser tan raro en ese tiempo, el hierro se consideraba más valioso que el oro. Sumado a lo anterior, es importante destacar que la palabra para hierro de los egipcios (el jeroglífico bjA) se usa también para describir al cielo, por lo que se teoriza que podían tener una concepción divina o incluso estar conscientes de su origen meteórico. Por estas razones, la daga de Tutankamón ha pasado a la historia como un artefacto único y valioso que nos cuenta mucho sobre esta compleja sociedad ancestral.

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