JODEN LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA Y ECONÓMICA / Paúl Viteri Alban

Columnistas, Opinión

En el ámbito de sus competencias, resulta indispensable que en algún momento los gobiernos locales por fin se sitúen como los principales protagonistas en la construcción de una mejor ciudad, empezando por comprender que esto no pasa por la aplicación de un buen eslogan “la gran ciudad”, y peor aún, por durante todo el periodo tener total indiferencia ante las principales y básicas necesidades de la gente, además de mantener un completo quemeimportismo ante los reiterados llamados a corregir dichos comportamientos.

Si no más bien, esto pasa por comprender que lo importante es constituirse en una administración transparente y de mayor cercanía al ciudadano, a través de la aplicación de mecanismos justos, íntegros, decentes y especialmente verificables para la priorización de la obra pública y la atención al ciudadano especialmente de la zona rural, ya que esté a menudo vive verdaderas peripecias cuando tiene la necesidad de realizar algún trámite; y, aunque no parezca, ese tiempo improductivo frente a un indolente y retardante burócrata tiene un altísimo costo.

Resulta importante que la administración local sea de igual forma parte de la resolución de los problemas de vida de la gente de la zona rural, ¡eso también hace una mejor ciudad!, debido a que resulta indispensable entenderse de temas fundamentales como la transformación productiva, imprescindible para cerrar las brechas y dualidades económicas de las personas, la formalización laboral, la innovación y digitalización de los procesos productivos, además de la fundamental articulación de las obras locales con la actividad productiva de los habitantes de las mencionadas zonas. Me imagino que como siempre el pretexto será ¡Es que no es mi competencia!

Con un solo caso, les demostraré que no es así, pues me resulta incomprensible, el que hace pocos días durante una tertulia en la ciudad de Quito, uno de los participantes me diga “NO AMBATO NO VUELVO” debido a que hace unos días visito las parroquias rurales de Pinllo, Quisapincha, Martínez y Atahualpa y como muchos fue víctima de los malogrados fotosensores o foto radares… ¿Por cierto, ya devolvieron el dinero cobrado ilegalmente? En fin, en dicha conversación estábamos diez personas, por lo que la buena publicidad llego a ocho familias más, ocho familias que de seguro tampoco querrán visitar Ambato.

Entonces, estamos frente al más claro ejemplo de como las inoperantes administraciones públicas locales “JODEN LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA Y ECONÓMICA” de los ciudadanos de la zona rural, debido a que si el afectado y los ocho restantes no le compran a la familia que vende las gallinas de Pinllo, a la familia que vende chompas en Quisapincha, a la familia que vende  zapatos en Martínez o a la familia que vende cuyes en Atahualpa al igual que a las familias del resto de parroquias rurales, se retrotrae la economía de todos, la misma economía a la que luego “les terminan cobrando impuestos”.

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