Inmunidad de rebaño / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión


El País de España, a inicios de esta semana, publicó una caricatura con un mensaje sugestivo: “Lo sabemos todo del virus y nada sobre lo que significa”. El autor hacía clara referencia al significado de la palabra coronavirus. Ante esto, los miembros de la Real Academia Española quieren emitir con urgencia un concepto claro, no sólo de coronavirus, sino de varias palabras relacionadas: cuarentena, confinar, virus, triaje, pico, curva, mascarilla, etc.

En entre los nombres que estamos aprendido a usar aparece un concepto conocido como inmunidad «de rebaño», «de manada», “colectiva” o de “grupo”. La inmunidad de rebaño se refiere a una situación en la que un número suficiente de personas adquieren inmunidad contra una infección para detener la propagación de la enfermedad. Para el efecto es necesario contar con una vacuna o con muchas personas que hayan superado la dolencia.

Martin Hibberd, profesor de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, refiriéndose al COVID-19 afirma: «Cuando alrededor del 70% de la población se haya infectado y recuperado, las posibilidades de que se produzcan brotes de la enfermedad son mucho menores porque la mayoría de las personas son resistentes a la infección”.

Estas cifras son aterradoras. El 70% de la población ecuatoriana corresponde a más de 11 millones de personas. Peor aún, en el caso de ser atinado el pronóstico del ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, quien el pasado domingo reiteró que el 60% de ciudadanos se contagiará de COVID-19 hasta junio de este año; y añadió con resignación: «Eso no quiere decir que va a haber una mortalidad brutal, porque la tasa de mortalidad es muy chiquitica, es alrededor del 1% (…) desafortunadamente es así». De ser así, en los próximos dos meses deberíamos esperar 100 mil muertos.

Está claro que la vacuna no llegará inmediatamente, por eso es vital reducir el número de personas que vayan propagando el virus. El distanciamiento social, la suspensión de aglomeraciones y la higiene personal son irrenunciables para bajar el umbral en el que la inmunidad de grupo se active. Mientras llega la vacuna, el truco es reducir el número de personas con las que se entra en contacto para disminuir la cantidad de potenciales contagiados y no llegar a junio con el 60% de ciudadanos tocados por la mortal enfermedad. (O)

Deja una respuesta