Indígenas unidos en paro
Cerca de dos mil indígenas y campesinos llegaron hasta la Gobernación de Tungurahua para exigir al Gobierno Nacional la derogatoria de las medidas económicas, especialmente del incremento del combustible, ayer.
Con silbidos, gritos y palos rebasaron todo cordón de seguridad ubicado en las intersecciones que llegan hasta la Gobernación. Nada en el camino se les impuso.
Bajaron desde Illagua Chico, Illagua Grande, Llantactoma, Angahuana y Ambatillo. Se reunieron desde las 05:00 horas de ayer para llegar hasta el centro de la ciudad.
La mayoría acudió con ollas llenas de comida, para así abastecer en la alimentación de los protestantes.
Rebasaron los controles policiales y se apostaron en los bajos de la Gobernación, luego se solicitó el ingreso de los líderes de cada comunidad para el diálogo abierto con la gobernadora, Gabriela Rodríguez.
La indignación era latente en María N., quien prefirió obviar su apellido y llegó desde Quisapincha. “Todos nos afecta. Queremos que el Gobierno derogue la medida y seguiremos hasta que se escuche al pueblo”, dijo.
“No estamos presionando a las autoridades, queremos dar a conocer nuestras propuestas. Venimos como pueblo libre y voluntario. Rechazamos a los infiltrados que son de cooperativas financieras, concejales y allegados al ex mandatario. No hemos generado desmanes y eso lo rechazamos”, comentó el líder comunitario del centro de Quisapincha, Mentor Silva.
Aníbal Sumbana, presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua, expresó que la lucha ha sido permanente hace 500 años y aún no han sido reconocidos o atendidos. “Lo único que queremos es la derogación del decreto 883 que afecta al pueblo ecuatoriano. Seguiremos hasta las últimas consecuencias si no se da paso al pedido. Estamos comprometidos en hacer una marcha pacífica y sin violencia”, dijo.
En la tarde se unieron los grupos campesinos e indígenas de Salasaka, Chibuleo y Pilahuín. Todos llegaron con el mismo pedido.
Reunión en Gobernación
Gabriela Rodríguez, gobernadora de Tungurahua, recibió a los dirigentes, escuchó sus pedidos y explicó él por qué se tomaron las medidas.
En este proceso también se contó el prefecto de Tungurahua Manuel Caizabanda.
“El diálogo es la principal herramienta para ponerse de acuerdo y buscar soluciones que vayan en beneficio de los ciudadanos de la ciudad, provincia y del país”, manifestó la gobernadora; además, dejó abierta la puerta para seguir manteniendo conversaciones y llegar a acuerdos de beneficio general.
En la reunión la primera autoridad recordó que es importante respetar la libre circulación y trabajo de los ciudadanos, más aún si se mantiene el estado de excepción.
Dato curioso
Los manifestantes llegaron enardecidos al centro de la ciudad y cada uno portaba machetes, palos y correas para evadir a los infiltrados y a quienes estén de acuerdo con el Gobierno.
Sin embargo, algunos dirigentes aseguraron que dichos elementos fueron arrojados al río de Ambato, ya que la marcha es pacífica. (I)
