Incremento de Suicidios / Msc. Psc.Cl. Phd (c) Miguel Guzmán
El suicidio es un fenómeno humano de carácter universal y multicausal que responde a factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos, ambientales y culturales y, por tal motivo, su estudio debe ser multidimensional y relacional.
Es una urgencia vital ubicada no sólo en un contexto biográfico de pérdida de la salud de la persona, sino también de debilitamiento de sus redes afectivas y sociales. Existen tres componentes básicos: a) a nivel emocional, un sufrimiento intenso; b) a nivel conductual, una carencia de recursos psicológicos para hacerle frente; y c) a nivel cognitivo, una desesperanza profunda ante el futuro, acompañada de la percepción de la muerte como única salida. El suicidio no es un problema moral, es decir, los que intentan suicidarse no son cobardes ni valientes, sólo son personas que sufren, y que no tienen la más mínima esperanza en el futuro.
La depresión es una entidad que, aun aceptando las lagunas en la identificación de su fisiopatología, constituye un predictor de suicidio. Pero no siempre, no hay que caer en la concepción tradicionalista de que todo suicida es depresivo y todo depresivo se suicida. La impulsividad, es otro predictor suicida, caracterizada por la tendencia a tomar decisiones rápidamente, actuar sin pensar y a involucrarse en conductas riesgosas. Los altos niveles de comportamiento impulsivo/agresivo también se han relacionado con la exposición a factores estresantes y ambientales generados en la vida temprana; por tanto, la conducta suicida y la agresión son manifestaciones de un pobre control de impulsos. Así como también los trastornos relacionados con sustancias.
