Historia, tradición y encanto
Son muchas las historias que se tejen en torno a la tierra del general Rumiñahui en el cantón Píllaro y es la cultura con su arte, tradición y paisajes que le dan un matiz único que le han brindado realce a este terruño.
La historia ecuatoriana da cuenta que Rumiñahui nació en Píllaro en 1482 y murió en 1534. Fue un bravo guerrero y general que estuvo siempre cerca de Atahualpa, quien luego sería capturado y ejecutado por los españoles.
Al estar en guerra los hermanos Atahualpa y Huáscar, entonces Rumiñahui militó a favor del primero; ingresando al Cuzco con Quizquiz y Caracuchima para dar muerte a Huáscar y así obtener algo de paz para el Tahuantinsuyo.
La historia deja en sus páginas que Atahualpa fue prisionero del español Francisco Pizarro y Rumiñahui intentó liberarlo organizando la resistencia contra los extranjeros. Luchó de manera bravía y también huyó con el tesoro de Atahualpa a un sitio desconocido a esconderlo y se cree está en los Llanganati.
Al final fue capturado y torturado por los españoles sin que se conociera dónde ocultó el tesoro y el secreto lo llevó a la tumba. Por su valentía y gran militar es considerado héroe de la resistencia indígena hasta la actualidad.
En Píllaro incluso está un enorme monumento al ingreso del cantón que da cuenta de que se mantiene en alto su nombre y proezas.
Este cantón donde guarda historia en cada rincón de su territorio es, actualmente, un espacio de contrastes que confluyen entre las poblaciones en desarrollo y también hermosos parajes naturales que no dejan de cautivar a los visitantes y moradores.
Es por eso que este terruño ha servido de inspiración a que aficionados a la fotografía capturen parte de la belleza de Píllaro para inmortalizarlo en la memoria visual, y ese es el caso de Paulina Ramírez, diseñadora de profesión pero apasionada por la fotografía, quien en su actividad es perfeccionista, y entusiasta, para quien la fotografía es el medio para retratar momentos y conocer diferentes sectores.
Píllaro dijo es un lugar enclavado en la cordillera de los Andes, al oriente de Tungurahua, y un paraíso natural.
“Más allá de su contexto histórico y turístico, es un mágico cantón, porque tiene una luz especial que es propicia para la fotografía”, acotó. (I)
