Hable con su hijo esta historia de Haití 

Columnistas, Opinión

En definitiva, esa Haití hoy devastada por desastre natural, profunda crisis institucional y económica generada por Francia que lo robó hasta para la construcción de la Torre Eiffel, la agenda ultraderecha de saqueo por  Europa y EE.UU, jamás le perdonaron su pecado original el de la independencia, promoviendo una agenda antinmigrante con un cinismo puro, la riqueza que generaba Haití, a tal punto que la economía de Francia dependía de esta isla, el asesinato ya de dos presidentes, grupos armados que han tomado el control de grandes zonas del país, la población sufre hambre, violencia generalizada y desplazamientos.

Como afrodescendiente resalto las grandes virtudes y la herencia dejada por nuestros ancestros sobre su cultura, ciencia y conocimientos. Pero tampoco estoy de acuerdo hacia el culto de los espíritus del vudú, santería, ocultismo, hechicería y   la adoración de dioses falsos, traídos desde África, cuyas prácticas y creencias están incompatible con la palabra de Dios.

Haití fue el primer país de América Latina y el Caribe en liberarse de la opresión colonialista y es el corazón de la independencia de la Gran Colombia.

Simón Bolívar, quien se vio obligado en el año 1816 a viajar a la Nueva Granada, luego a Jamaica y posteriormente en dos ocasiones a Haití, país donde obtuvo en forma inmediata la ayuda del presidente Alexandre Petion, quien se comprometió a aportar armas, barcos y hombres a la causa patriota a cambio de la emancipación de los esclavos hispanoamericanos, lo cual Bolívar nunca cumplió.

 Por todo esto, el líder haitiano Alexandre Petion debería ser reconocido como precursor de la causa Panamericana que nos dieron la libertad año 1820 en algunas batallas como la del «Pichincha». La mayoría de los Estados incluido el nuestro, nada han hecho por este país y su gente en la entrega de ayuda social por la situación difícil que está viviendo este país, ¿será que la lealtad y gratitud termina cuando los beneficios se acaban?

 Por todo esto, no hay que promover la división, el desconocimiento de una historia colonizadora y racista, sobre todo la discriminación, al emigrante haitiano, dale honra por todo lo que representaron para nuestro país, porque la esencia de la vida es servir a otros que durante la historia de independencia lo hicieron, incluso, ofrendaron su vida por nosotros, seamos solidarios y empáticos, virtudes que hemos adquirido desde nuestra infancia y que conjugan aquello que somos. Helen Keller ya lo dijo: “Se me ha dado tanto que no tengo tiempo para reflexionar sobre lo que se me ha denegado”. (O)

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