Gracias por el consejo / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

Lo tengo claro aún, cuando quieras realizar alguna actividad empresarial, pide asesoría a aquellas personas que conocen el tema; mi primer emprendimiento se centró en la comercialización de crema dental, era conocida en el país, aquella que desde niño la utilicé pero que después “desapareció” del mercado.  

El ingeniero (de la ciudad de Quito) indicó que nos daba la distribución para la ciudad de Quito, (donde yo estudiaba en aquel momento) y que dependiendo de las ventas nos podría ampliar las zonas. Estaba muy emocionado, apenas había egresado de la universidad y una oportunidad de esa naturaleza no la podría desaprovechar, iniciamos el estudio de mercado para ver la aceptación del producto tanto por la calidad cuanto por el precio.

El estudio lo hicimos con familiares y amigos, quienes para no desmoralizarnos nos decían que esa crema dental era buena y nos auguraban éxito en la empresa; sin embargo, en lo personal no me satisfacía su uso, debido a la escasa espuma generada y por la resequedad de los labios.

Hablé con el ingeniero, dueño de la marca y me dijo que iba a realizar cambios en los componentes químicos del producto, el cual nos entregó en un mes. Lamentablemente el producto seguía igual, sin ningún cambio o mejora, pero al consultar a nuestros amigos y familiares, volvieron a ratificar que la crema era buena y que por el precio (menor en 22% a la competencia), tendríamos éxito en la comercialización.

Con el tiempo aprendí que las encuestas son importantes, pero que deben hacerse con críticos (sin ningún lazo de familiaridad o amistad) para que nos digan la verdad y a base de esa información tomar algún tipo de decisión.

Escuchar que los jóvenes profesionales dicen, quiero ponerme tal negocio, pero como no tengo experiencia lo consultaré con mis padres o familiares, ellos me tienen mucho aprecio. Lamento informarles que ese procedimiento no es el adecuado, con quien debe consultar la fase productiva es con quien ya trabaje en ese producto y que tenga conocimientos de “como hacerlo”.

Los sentimentalismos no pegan en los negocios, la técnica nos induce a solicitar profesionales con experiencia aun cuando los costos momentáneamente se incrementen. (O)

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