Gastronomía ancestral con el cuy

Interculturalidad
El delicioso locro de cuy atrae a turistas que llegan a los mercados de la ciudad. (Foto El Heraldo)

Uno de los platillos más tradicionales de la zona Andina, es el conocido cuy o locro de cuy. Es parte de tradiciones milenarias y gastronómicas de los mejores restaurantes y patios de comida impulsado por sus cualidades nutricionales.

El cuy (Cavia porcellus) fue domesticado hace más de 3.000 años en los Andes, según estudios realizados por funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

El cuy puede ser preparado en locro, asado o frito y va acompañado con otras delicias culinarias, entre ellas las papas cocinadas, mote o tortillas.

“Para preparar el locro de cuy primero busco el producto, el cual se encuentra de venta en casas de la zona rural, ya que aquí se los cría como animal ritual o plato de fiesta”, manifestó Gloria Rodríguez, comerciante del conocido locro de cuy.

El cuy es el animal más popular, se le identifica con la vida y costumbres de la sociedad indígena, con los rituales sagrados o religiosos y sigue siendo parte esencial en la dieta alimenticia.

Para preparar el locro de cuy es necesario agregar una buena sazón y grandes papas, especialmente aquellas que son arenosas, dijo Rodríguez.

“Existen cuyes que se los llama viejos por su carne dura, pero hay otros que son totalmente suaves y su sabor es diferente. Existen cuyes desde ocho hasta 25 dólares”, comentó Julia Chiliquinga, comerciante.

El complemento especial para el locro son las hierbas  o especias que se le agregan al final un delicioso ají de “piedra”, mismo que es molido con especias y colocado en los platillos tradicionales.

Al consumir la carne de cuy se previenen enfermedades cardiovasculares; además, ayuda a controlar la diabetes, el cáncer y otros problemas de salud.

El cuy es una valiosa fuente de proteínas, superior a otras carnes. Es altamente digestible, sin colesterol y con vitaminas especiales para el cuerpo humano. (I)

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