Fenocin vs Conaie / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión

“Señor Leonidas Iza, no se quiera meter a la Fenocin en el bolsillo. Deje de estar interviniendo en nuestras bases”.

Con estas palabras, Gary Espinoza, para algunos presidente y para otros, expresidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), nuevamente es el protaginista de un impase dentro del movimineto indígena, cuya unidad parace agrietarse.  

El primer atisbo de divergencia entre las organizaciones Conaie y Fenocin saltó a la vista en el último minuto del paro indígena del año pasado. A la hora de estampar la firma en el acuerdo por la paz, algunos partidarios de la Fenocin abuchearon a Leonidas Iza. “Vendido”, fue el grito que resonó en el foro. Espinoza, dudó en firmar. Iza, a poco de perder totalmente la paciencia, con rostro furibundo instigó a la Fenocin a dejar vacío el espacio de su firma. Espinoza sedió ante la intimidación. Ahora, cuando se advierte la probabilidad de un nuevo levantamiento, las difencias entre los dos líderes son más notorias.

Como antecedente a la nueva crisis, una asamblea auto-convocada de la Fenocin destituyó a Gary Espinoza, entre otras cosas, por no haber permitido la participación de otros dirigentes en las mesas de diálogo con el gobierno. No obstante, él asegura ser el presidente legítimo de esta organización. Además, acusa al presidente de la Conaie, de interferir en asuntos internos en los que no tiene potestad para hacerlo y en compañía de otros dirigentes indígenas denuncia que Iza se habría reunido con representantes del gobierno, horas antes de la firma del acta de paz. De ser cierto, la denuncia llega tarde.

Iza estaría promoviendo la división. Este mal momento llega de forma inoportuna, cuando el movimiento indígena decide alejarse de las mesas de seguimiento de los puntos acordados con el gobierno después del paro del junio del 2022; cuando la Conaie exige que el presidente Guillermo Lasso, por dignidad e incapacidad renuncie y dé un paso al costado y cuando  mayoría de la Asamblea Nacional busca un juicio político y la posible destitución del primer mandatario.

En medio de esta coyuntura, las organizaciones indígenas y sus líderes, al contrario de lo que hacen, deberían comulgar en un solo objetivo. Pero, al igual que en todos los sectores con pretenciones políticas, prevalecen los intereses personales o particulares y lo que tanto critican y dicen repudiar, es lo mismo que terminan haciendo.

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