Espectro radioeléctrico / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión


La Asamblea Nacional, en junio de 2013, aprobó el proyecto de Ley Orgánica de Comunicación (LOC). Aunque este cuerpo legal tiene reformas, después de siete años, vale decir que fue un instrumento político empleado para sostener la imagen de un gobierno, cuya popularidad se desplomaba a pasos acelerados.

Dentro de los 119 artículos, 22 disposiciones transitorias, 6 reformatorias y 2 derogatorias, hay elementos positivos. Entre otras cosas, se prohíbe la acumulación de frecuencias de radio y televisión: «Nunca más al monopolio, a la concentración de los medios de comunicación en pocas manos», pregonaba Mauro Andino, asambleísta proponente. En teoría, se buscó realizar una distribución «equitativa» del espectro radioeléctrico.

Precisamente, el artículo 106, establece el 33 por ciento de las frecuencias para medios públicos y privados; y el 34 por ciento para los comunitarios. Con estas cuotas se realizó cierres y apertura de medios.

El desde el inicio los concursos no gozaron de confianza. En junio del año pasado, la Contraloría General del Estado publicó un examen sobre la concesión de frecuencias, con indicios de responsabilidad penal y la orden anular el proceso realizado desde el año 2016. Quedaron descubiertas irregularidades en la asignación de licencias y, ante todo, quedó desenmascarado un “secreto” que sólo las autoridades de control no sabían: monopolios controlaban la mayoría de frecuencias. El objetivo de la ley estuvo lejos de cumplirse, es más, algunos medios adjudicados bajo estas condiciones continúan emitiendo su señal hasta ahora.

Está semana, el director ejecutivo de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel), Ricardo Freire, anunció un nuevo concurso para otorgar frecuencias de radio y televisión disponibles. La convocatoria tiene fechas tentativas. En el caso de la televisión será el mes de octubre y para radio de frecuencia modulada (FM), en diciembre.

El artículo 113 de la LOC prohíbe la concentración de frecuencias. No debería adjudicarse a una misma persona, natural o jurídica, más de una licencia para matriz de radio AM, FM y una frecuencia para matriz de televisión. La ley debe respetarse. Sin embargo, como suele suceder en nuestro país, sólo al final podremos conocer el destino de los actuales monopolios y la distribución del espectro radioeléctrico para los siguientes 15 años. (O)

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