Escuelas rurales continuarán cerradas / Editorial

Editorial

  En el gobierno de la década desperdiciada, en forma inconsulta  y equivocada, fueron cerradas las escuelas de caseríos y recintos del sector rural constituidos por la población indígena, para que los niños y niñas asistieran a la escuelas del milenio -que constituyeron un fracaso- ya que los educandos debían recorrer grandes distancias  en condiciones muy precarias y con serios peligros.

  Aquellas escuelitas, a lo largo de los años, han experimentado deterioro constante, a tal punto que ya no sirven para el objetivo fundamental  de dar cabida a niños  y maestros para la educación escolar. Tremenda responsabilidad para las autoridades que han causado tanto daño a la población infantil indígena que trata de superarse a  través de la educación y del estudio.

  Hace algún tiempo el Presidente actual demostró su preocupación por esta realidad existente en la población indígena, dolorosa por el lado que se la mire,  y ofreció dar solución al grave problema, reconstruyendo los locales para que puedan volver al sistema  anterior en la educación de la niñez del sector rural.

  Ha transcurrido el tiempo y, con dolor y decepción, se ha recibido el anuncio del Coordinador zonal  de educación de Tungurahua en el sentido que en el presente año lectivo en nuestra provincia no serán abiertas aquellas escuelas, sino en el siguiente.

  Además, para la reapertura de estas escuelas, los padres de familia deben cumplir requisitos. Por qué las autoridades ministeriales no actúan por propia iniciativa, es su obligación. (O)

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