Entropía y deterioro / Kléver Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión

La sincronización de nuestros ritmos bioeléctromagnéticos, la experimentación del reposo consciente, es decir cualquier método de relajación o meditación durante un mínimo de 15 minutos dos veces al día, y las renovadoras noches de un sueño reparador son formas de descanso profundo y de contrarrestar la agitación corporal y mental de nuestra frenética y alocada vida actual, que está engendrando tanto malestar e indisposición emocional y laboral, colaborando para un acelerado envejecimiento más rápido que nuestra edad biológica, generando entropía (desorden del sistema) y deterioro. 

Nuestra estructura cuerpo/mente es una sola, y gracias a esta característica, un buen descanso fomenta la creatividad, la renovación y el retroceso del envejecimiento. Los cambios que ocurren en nuestro organismo producto del estrés actual como: elevación de la presión arterial, aceleración de los latidos cardíacos, aumento del consumo de oxígeno, aceleración de la respiración, transpiración, disminución de la producción de insulina y aumento del glucagón, elevando los niveles de azúcar en sangre,, liberación de adrenalina y noradrenalina constriñendo los vasos sanguíneos y disminuyendo el aporte sanguíneo a órganos nobles y vitales, disminución de la producción de la hormona de crecimiento en la hipófisis, menor producción de hormonas sexuales, supresión del sistema inmunológico con enfermedades de difícil curación, complicadas y a repetición, entre otras, si no sabemos manejar las situaciones emocionales amenazantes de nuestro entorno agitado, enmarañado y cada vez más difícil, puede producirse cambios corporales muy dañinos, enfermedades como hipertensión, enfermedades cardíacas, úlceras gástrico intestinales, enfermedades autoinmunes, cáncer, ansiedad, insomnio, depresión entre muchas más. Lo contrario de las respuestas ante el estrés son las respuestas al reposo, tanto el reposo consciente, que con mente despierta y en silencio, el sistema cuerpo/mente está en descanso profundo, como el sueño reparador, donde la mente está dormida, el cuerpo se está renovando y contrarrestando los efectos del estrés. Dicen que el que quiere, puede y el que no, busca una excusa, pero meditar, hacer ejercicio o relajación, debe ser como en oriente, una importante rutina ineludible e imprescindible, ya que servirá para crearnos más tiempo porque nuestra eficiencia y capacidad serán mucho mayores si nuestra mente esta calmada, descansada y concentrada en cada uno de nuestros desempeños. 

Otro de los milagros que nos brinda acceso a nuestra farmacia interior es la Acupuntura, la digitopuntura y el masaje chino que con su neuroestimulación transcutánea harán que nuestro componente electromagnético, es decir nuestra energía, se estimulen y tengamos relajación y a la vez vitalidad, ya que, al estimular el componente eléctrico, estamos estimulando el equilibrio de la función circulatoria, linfática, hormonal, nerviosa, entre otras. Nuestro cuerpo no es una estructura exclusivamente mecánica anclada en el tiempo y el espacio, es también un campo de energía, transformación e inteligencia en intercambio dinámico con su entorno ambiental, capaz de renovación. Todos los días, en todas las formas, aumentemos nuestra capacidad mental y física, nuestro biostato está graduado en una edad sana de pocos años, veámonos y sintámonos de una edad joven. Se dice que es difícil descubrir la edad en una persona serena ya que los años pasan muy rápido sólo para el que siente que envejece. (O)

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