En “La Puerta del Dorado” / Pedro Reino Garcés

Columnistas, Opinión


En la presentación del libro de Waldemar Jurado Rovayo.

Baños de Agua Santa, 6 de Diciembre de 2019.- Salón de la Ciudad.

Waldemar y queridos amigos:

Quienes nos antecedieron, nos dejaron noticias, papeles, pisadas de tinta y polvo. Los que quedamos, antes de irnos, por oficio vocacional y por formación de los mecanismos de vivir, por el magisterio ejercido que nos ha ocupado la vida, y por actitud de querencia, hemos decidido convertir el olvido en historia, en voluntad de contar lo que sabemos y reconocemos como útil para quienes heredan los pueblos con algo de ese amor  con el que pasamos por el mundo. No somos historiógrafos simplemente, ni estamos en afán de competir sino en la búsqueda de la verdad. Advertimos que a estas horas de la vida, no nos interesan ni los protagonismos ni las portadas, sino ese deseo de compartir lo que hemos acumulado en nuestras neuronas, en beneficio de quienes transitan, como todos en la vida, por sendas distintas.

Asistimos ahora a un evento que siempre tiene algo de magia: el alumbramiento de un nuevo libro, justamente en estos tiempos en los que la gente huye a la inmediatez y vive la efervescencia de la  fugacidad, y aspira en el aire apenas algunos olores de su entorno y los confunde con eso de vivir…

¿Qué dirá desde el más allá don Darío Guevara que escribió “Pelileo: Puerta del Dorado”. Claro, en 1945, en Quito es que se publicó dicha monografía. Esto es un año antes de que Pelileo se quedara con el libro y sin “la puerta”, puesto que Baños se separa de Pelileo un 16 de diciembre de 1946. Los entretelones son varios y divertidos en los que intervino hasta la Virgen…

En este libro, “Baños Puerta del Dorado”el dato de su investigación citando a Ricardo Descalzi, se refiere a una “descripción de Pueblos del Corregimiento de Riobamba, hecha por 1588”, donde se cita como sus pueblos: “Ambato, Píllaro, Patate, asiento de los Baños, Pelileo, Quero, Tisaleo, Santiago de Calpi, San Andrés, Nuestra Señora de Guano, San Lucas de Ilapo, Santiago de Guanando, San Francisco del Monte de Penipe, Santiago de Quimia, San Juan Evangelista de Achambo, Molino, Pungalá, San Pedro de Lito, San Juan Bautista de Puni, La Concepción, Nuestra Señora de Yuaruquíes” (Jurado, Waldemar, Baños Puerta del Dorado, Jovilel Ediciones, 2019, p. 69), y ahí mismo pone que Los Baños era un asiento “donde muchos van a tomar sudores  y curarse de dolores y de llagas…”. Excepto Riobamba, todos los pueblos citados son “asientos”, ni siquiera tenientazgos conforme se lo designa a Hambato en 1630…

Nos ofrece 200 páginas llenas de información acompañadas de cuadros ilustrativos y fotografías a todo color, focalizadas de los ángulos que dan testimonio, no solo de significar que están bonitas mostrando paisajes, sino insistiendo el ángulo del pedagogo que muestra a quienquiera que quisiera aprender, que tiene que  mirar la tierra de modo diferente. Esto puede ser un impulso para disponer de un buen libro didáctico…(O)

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