Emociones de Fin de Año.

Columnistas, Opinión

Es común que conforme nos acercamos al último mes del año y durante las fiestas navideñas varias personas experimenten depresión; este sentimiento es conocido popularmente como tristeza de fin de año o depresión blanca, y se le relaciona con la nostalgia de terminar un año; a esto se suma síntomas de cansancio, agotamiento, ansiedad y estrés, producto de varias cosas que se nos presentan tanto en el trabajo como en el círculo familiar.

Pese a que hay quienes consideran que esta es una época feliz, familiar y divertida, hay personas que la viven de forma distinta, con nostalgia, tristeza, frustración, estrés e incluso dolor. Más allá de cómo las vivamos y percibamos, puede que estas fechas sean el momento del año donde más emociones experimentamos, y estas están directamente relacionadas con las experiencias que hemos vivido.

Es común que miremos hacia atrás, y parece que sólo notamos lo que nos faltó, a lo que no llegamos, qué hubiéramos querido hacer, pero no hicimos, y nos encontramos verdaderamente cansados.  

Al cerrar el año, damos por finalizada una etapa o fin de ciclo, y es momento de detenernos a pensar y reflexionar si estamos dirigiéndonos  en la dirección correcta o que al menos nosotros consideramos adecuada.

Por eso, para enfrentar el último mes de este año de la mejor manera, y prepararse para el año que se avecina, es importante canalizar nuestras emociones, dado que la ansiedad, angustia, miedo e incertidumbre, son las principales emociones que podemos ver más en esta época, acompañada de problemas de alimentación el cual es un indicador de alta ansiedad, estrés y angustia.

El primer paso es conectar y validar las emociones para poder enfrentarlas y expresarlas, cuando una persona aflora de manera frecuente situaciones de estrés o variación en los estados de ánimo, aumentan los sentimientos de queja o ansiedad y hay dificultad para conciliar o mantener el sueño.

Es importante aplacar estos sentimientos y recurrir a descansar por unos días, permitirse tener espacios de ocio, conectarse con actividades lúdicas, deportivas, reuniones familiares y practicar hobbies.

Recordemos el tomar estas jornadas festivas como cualquier otra época del año, no vivas anclado ni en el pasado ni en lo que pueda pasar, disfruta del presente con sus pros y sus contras; te invito a definir metas a corto, mediano y largo plazo que sean realistas, sencillas y placenteras.

 En estos tiempos, de tantas emociones encontradas, hay que animarse a celebrar la vida y aventurarse al porvenir con menos miedo y más alegría. (O)

Deja una respuesta