ELECTROMAGNETISMO / Mario Fernando Barona

Columnistas, Opinión

Existen cuatro fuerzas fundamentales que gobiernan el universo entero. La gravitatoria, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte son el pilar del Universo. Todo lo que tiene lugar en él responde a la aplicación de alguna de estas fuerzas sobre la materia que nos rodea. Absolutamente todo. Desde la explosión de una estrella hasta nuestro teléfono cargándose de batería a través de la corriente eléctrica responden a alguna de estas cuatro fuerzas fundamentales.

En próximas entregas iremos analizando la influencia de cada una, por lo pronto, revisaremos únicamente la fuerza electromagnética que es la que usamos a diario y que se proyecta con una expectativa increíble a futuro al punto que a finales de este siglo seguramente los físicos habrán creado superconductores diminutos que incrustados en cualquier objeto nos permitirán, gracias al electromagnetismo, desplazarlos (moverlos) a voluntad usando solo nuestro pensamiento. Increíble, ¿no?

Se lo explico con un poco de contexto. La fuerza electromagnética actúa sobre todo lo que «tenga carga» (prácticamente todo tiene carga). Es la que le da sentido al Universo porque es la responsable de que existan los átomos y por consiguiente toda la materia que conocemos, además, gracias a ella tenemos luz, electricidad y casi cualquier aplicación importante en áreas como la ingeniería, la salud, la aeronáutica o la construcción civil. Por la fuerza electromagnética podemos utilizar un dispositivo electrónico, comunicarnos a distancia, mover maquinaria pesada, escuchar música a través de los auriculares e incluso, como he dicho, mover objetos con la mente.

Esto último suena demasiado fantasioso, pero solo es cuestión de activar corriente eléctrica de muy baja potencia en un superconductor dentro de un objeto para que este se mueva a través de un campo magnético externo controlado por nuestra mente. Y fíjese que no es ficción porque ya se lo ha hecho, pero sí, aún no es tan fácil como se lo pinto, la razón: los experimentos actuales requieren superconductores muy grandes y mucha energía eléctrica. Sin embargo, en varias generaciones más mover objetos con la mente será sin duda una asombrosa realidad cotidiana.

Si eso es capaz de hacer una sola persona, ¿se imagina lo que podremos hacer millones de ecuatorianos honestos activando todos al unísono nuestras mentes para, por ejemplo, elevar por los aires a tanto político corrupto y uno por uno irlos acomodando tras las rejas y con ellos también trasladar por los cielos las decenas de pallets con billetes robados y devolvérselos a las arcas del Estado?

Sí, lo que propongo parece la escena triunfante de algún caricaturesco cómic de Marvel, pero si se fija, esos superhéroes usan precisamente la fuerza electromagnética para dar rienda suelta a sus súper poderes, lo cual me hace pensar que no sería del todo descabellado imaginar quizás a los tataranietos de nuestros tataranietos convertidos en verdaderos superhéroes gracias al electromagnetismo.

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