ELECCIONES SECCIONALES 2023 / Ec. Diego Proaño Córdova

Columnistas, Opinión

Habiendo superado dos etapas del calendario electoral; la aprobación del registro electoral (padrón) que esperamos este depurado, no sigan votando personas fallecidas o ecuatorianos que ya no residen en el país ni están legalmente registrados en el exterior, también la segunda etapa de la ejecución de elecciones internas (primarias) en donde por principios conceptuales y éticos de democracia y para evitar las dispersión de candidaturas, se debieron realizar las alianzas  entre partidos y grupos políticos con militantes y adherentes para seleccionar los mejores cuadros y; el Consejo Nacional Electoral haber anunciado las elecciones 2023, entonces nos encontramos en la etapa de inscripción de candidaturas que se extenderá hasta el 20 de septiembre.

En honor a la verdad aspiramos que el padrón este depurado y los 13’450.047 registros sean todos reales. Sobre la etapa de primarias hemos visto con mucho asombro como bajo el nombre de democracia se cambian de la noche a la mañana de partidos políticos, de ideologías y con total facilidad aparecen liderando listas sin haber participado en procesos internos o tener una ideología afín al nuevo partido que les cobija, es tan difícil creer estos cambios de última hora, como que un hincha de un equipo de futbol amanezca siendo hincha de su rival, por ello se debe analizar esta triste experiencia de los gerentes propietarios de los partidos políticos, los ungidos, los únicos, los que terciaran a la candidatura mayor, quienes sean los que por si solos decidan que persona ira al frente de una lista, carentes de análisis técnico, partidista o ideológico.

Los resultados de este proceso “de democracia interna”, se verán en el ejercicio del poder cuando parte de los elegidos desconozcan lo que significa la administración pública, la generación de políticas públicas, de ordenanzas, de necesidades de una sociedad, el manejo de fondos públicos, el marco legal para el sector publico y por ello los resultados y el descontento ciudadano porque pasan desapercibidos y no se visibiliza una mejora sustancial en la calidad de vida de una localidad, además crearon en el imaginario de sus electores una propuesta que no la cumplieron o lo que es peor ofrecieron lo que la ley no les faculta hacerlo.

Esperamos los ecuatorianos que en esta etapa de análisis previo a inscripción de candidatos, se sinceren las listas y aparezcan las personas que verdaderamente tengan los conocimientos mínimos para el cargo que ostentarán los próximos cuatro años, no podemos seguir dándonos el lujo de equivocarnos una y otra vez, confiando en los mismos de siempre que se cambian de partidos, de dignidades o quieren perennizarse en el poder, cuando tuvieron la oportunidad en la gestión pública, no demostraron nada en beneficio de nuestra sociedad. Ahora debemos ver con lupa los nombres, experiencia, ética, responsabilidad, moral de los candidatos, antes de dar el apoyo. Que Dios nos dé sabiduría.

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