Elecciones 2021: una bofetada al “establishment” político / Juan Diego Valdivieso Rowland

Columnistas, Opinión

El 7 de febrero, poco más de 9 millones de ecuatorianos acudieron a las urnas. Este proceso electoral ha sido inédito, ya que se han quebrado patrones que ninguna encuestadora o analista había previsto.

Lo primero que cabe destacar son los buenos resultados de outsiders como Xavier Hervas, de la Izquierda Democrática (ID) con 15.99% de los votos y de Yaku Pérez, candidato de Pachakutik, apoyado por una parte del movimiento indígena, que obtuvo el 19.95% de votos. Pérez ganó en casi toda la Sierra y Amazonía mientras que Hervas triunfó en Carchi. Ambos defienden tesis relativas a los derechos de la naturaleza y la protección del ambiente; de las minorías sexuales y de las nacionalidades indígenas. 

Se critica a Hervas por haber señalado que no apoyaría a ningún candidato en la segunda vuelta acusándolo de “correísta encubierto” o “chimbador”, ya que al no endosar sus 1.2 millones de votos, le allana el camino a Aráuz. Asimismo, se critica que Pérez haya fabricado su imagen de indígena, ya que incluso cambió su nombre (antes era Carlos). 

Por otro lado, el candidato de la lista 1 (UNES), Andrés Aráuz, captó el 32.13% de los votos. El candidato del correísmo representa a los nostálgicos de la época de bonanza que hubo durante los gobiernos de Rafael Correa. Aráuz ha hecho propuestas demagógicas y populistas como la entrega de un bono de “1.000 de una”, a 1 millón de familias. En un país golpeado por la pandemia y la crisis económica, su discurso basado en las emociones tuvo eco principalmente en la Costa, donde triunfó Aráuz.

Guillermo Lasso, candidato de la alianza 6 – 21, obtuvo el 19.57% de los votos, ganando en Pichincha, lo que la convierte en su bastión. Es la tercera vez que intenta llegar a Carondelet. Se le critica que su candidatura represente básicamente al anti-correísmo, pero que eso no basta para ganar. 

Con estos resultados electorales, aún no definitivos, ya que Pérez y Lasso están en un empate técnico, se evidencia que algunos ecuatorianos quieren desmarcarse del clivaje correísmo – anti-correísmo. Ecuador exige respuestas para salir de la actual crisis económica y sanitaria. 

También es fundamental escuchar a quienes no acudieron a las urnas y a los que votaron nulo o blanco, representando al verdadero ganador de la primera vuelta, con más de 3.2 millones de votos.  (O)

@jdvrowland 

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