El viejo y la bella / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

Cuenta la historia que, en un pueblo lejano, mientras los gorriones volaban, las buganvillas no crecían, las rosas yacían de pétalos y los perritos viajaban al matadero llamado centro de acopio de animales abandonados, un viejo soñador, abandonado por el amor y huérfano de gratitud, levantó la mirada al cielo y le dijo al creador: ¡DIOS MIO ENVIAME UN ANGEL!

Cuenta el viejo que todo lo que le pedía, Dios se lo concedía y en un cerrar y abrir de ojos mientras fanfarroneaba frente a sus discípulos, preguntó el viejo maestro: ¿cuándo una persona ama regresa? Y una bella mujer que recién pintaba entre joven y adulta le respondió, no maestro cuando una persona ama jamás se va; entonces El viejo quedó prendido en esa sabia respuesta y pensó…. es el ángel convertido en bella o la bella en ángel.

Desde entonces nace una amistad con sabor a respeto y aroma a querer, cada día que pasa comparten lo que la naturaleza y la sabiduría les ofrece, comparten hambre, insomnio, sueños, aspiraciones, trasnoches de estudio y trasnoches de ciencia. Disfrutan el comentar sobre los valores, la gratitud, le ética y la lógica. El viejo y la bella repudian la corrupción, la tiranía, la dictadura, la delincuencia politiquera. La bella y el viejo comparten su lógica del pensamiento y sienten que son diferentes a los demás de la especie, se sienten locos en un mundo de cuerdos oportunistas. El viejo y la bella contemplan con dolor la pobreza, la miseria, los enfermos sin recursos para sus medicamentos y de vez en cuando adoptan gatitos y alimentan perritos de la calle.

El viejo y la bella, sin premeditación, alevosía y ventaja se van conectando espiritualmente, se van sintiendo el uno parte del otro, se van compenetrando y sin darse cuenta caminan por un hilo que divide el AMOR Y EL QUERER FRATERNO, se han enamorado y sufren.

Mientras tanto la sociedad comienza a hacer cálculos entre los años de vida que le restan al viejo y los años por vivir que le quedan a la bella, otros más avezados piensan en la crueldad del viejo para enamorar a la bella, la que luego se convertiría en cuidadora del parapléjico o demente anciano; otros hablan de un viejo depredador con la P de psicópata en la frente que intenta seducir en estupro a la bella.  Toda la sociedad está en desacuerdo con la relación entre el viejo y la bella y no descansará hasta que las nuevas víctimas del amor terminen cumpliendo con el legado ridículo de una sociedad consumista, que une a quienes NO SE AMAN DE VERDAD.

Cuenta la historia que ahora el viejo habita en compañía de su padre junto a la estrella de Venus, desde donde cuenta sus penas, pero se acurruca en los brazos de su padre que lo dejó en el mundo desde muy temprana edad y los dos lloran la soledad de soledades, mientras el pueblo, la sociedad, la religión y todos los familiares brincan y saltan viendo a la bella comprometida con un bello joven, mientras agoniza el viejo. (O)

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