El universo de Paul Davis y el pensamiento clásico/ Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión

Paul Davis es un físico, escritor y locutor británico reconocido a escala internacional, actualmente es profesor en la Universidad Estatal de Arizona, en la cual dirige el instituto Beyond: Centro para conceptos fundamentales de la ciencia. Sus investigaciones se centran en el campo de la cosmología, teoría cuántica de campos y astrobiología.

Entre sus publicaciones están: “Nuevos descubrimientos acerca del orden del universo”, “El universo desbocado: del Big Bang a la catástrofe final”, “Los últimos tres minutos: conjeturas acerca del destino final del universo” y varias más.

Precisamente refiriéndose a éste dirá: «Parece evidente que el universo está ordenado. Donde quiera que miremos, desde las distintas galaxias hasta los más recónditos rincones del átomo, distinguimos regularidad y organización.

No observamos materia y energía caóticamente distribuidas sino ordenadas en una jerarquía de estructura: átomos y moléculas, cristales, seres vivos, sistemas planetarios, cúmulos estelares, etc.”

Agregando que “el comportamiento de los sistemas físicos no es fortuito, sino que responde sistemáticamente a unas leyes… El orden de la complejidad sugiere a muchos un elemento de planificación, gracias al cual todas las partes componentes de un sistema encajan armónicamente, cooperando para alcanzar algún objetivo particular.»

Por ello en su artículo “La verdad científica” Davis afirma que el universo tiene una propiedad que «es la característica fundamental que nos importa realmente. A esta propiedad podemos darle el nombre de organización.”

En esta misma línea afirmará que “El mundo que habitamos no es simplemente una mezcla desordenada de entidades, ni una colección de componentes físicos interaccionando al azar, sino una disposición altamente ordenada de materia y energía estructurada en diferentes niveles de tamaño y complejidad.»

Además, “el comportamiento de los sistemas físicos no es fortuito, sino que responde sistemáticamente a unas leyes… El orden de la complejidad sugiere a muchos un elemento de planificación, gracias al cual todas las partes componentes de un sistema encajan armónicamente, cooperando para alcanzar algún objetivo particular.»

En fin, resulta interesante el tema planteado por el autor, pues si el universo guarda un orden, cabría preguntarse ¿de dónde surge ese orden.

Desde la perspectiva de la filosofía clásica, nos encontramos con la idea de que todo orden responde a una inteligencia y si el universo mantiene una determinada organización, se debe a que detrás de ella está una inteligencia universal.

Esta inteligencia universal sería la responsable de sostener el orden a través de sus leyes, tanto a nivel del macrocosmos como del microcosmos, pues las leyes que rigen los diferentes planos de la existencia son las mismas tanto en lo grande como en lo pequeño.

En el Kybalión de Hermes, un antiguo libro egipcio, se lee la frase: “así como es arriba, es abajo”, insinuando con ello que habría una unidad integrada en todo el universo. Por esta razón no observamos materia y energía caóticamente distribuidas sino ordenadas en una jerarquía de estructura: átomos y moléculas, cristales, seres vivos, sistemas planetarios, cúmulos estelares, etc. (O)

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