El Quinto Poder / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión

La Constitución de 2008 establece la participación ciudadana como un derecho que se ejerce “a través de los mecanismos de la democracia representativa, directa y comunitaria” (Art. 95)

El nivel de participación en la toma de decisiones públicas es la forma más evidente de medir si un gobierno es democrático o pseudo-democrático. La Constitución, en unos cuantos artículos (1, 16, 34, 38, 45, 48), sella varios derechos de participación popular. Entre otras cosas, que los ecuatorianos sean potencialmente elegibles, consultados y fiscalizadores dentro de un sistema de selección y designación transparente.

Este ideal democrático tiene una sola vía de acceso, la del voto. Los ecuatorianos elegimos candidatos para que ellos decidan por nosotros. El gobierno anterior, según su criterio, con el objetivo de sembrar una participación ciudadana más directa, a través de Asamblea Constituyentede Montecristi, creó un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), bautizado como el “quinto poder” del Estado.

Los primeros consejeros fueron nombrados por una comisión legislativa o “Congresillo” y posesionados en enero del 2009, con un sólo encargo: elaborar el marco legal para el funcionamiento permanente de este organismo. En marzo de 2010, inició la andadura del Cpccs definitivo por un lapso de cinco años y el 2015 fueron renovados todos los consejeros a través un concurso realizado por el CNE.

Según la Ley Orgánica, el Cpccs debe designar autoridades de control: Consejo de la Judicatura, Contralor General, Defensor del Pueblo, Defensor Público, Fiscal General, Consejo Electoral, Tribunal Contencioso Electoral y superintendentes de bancos, comunicación, economía popular, control de mercado,…

El “quinto poder”, entre 2011 y 2018, realizó nominaciones que dejan altos funcionarios señalados por corrupción, cesados o prófugos. A primera vista, no cumplió. La consulta popular del 2017 abrió paso a un segundo consejo transitorio, con funciones extraordinarias, que no se ha cansado de despedir autoridades. El 14 de mayo, será instalado el cuarto Cpccs, esta vez con miembros elegidos en votación popular. Inicia este período sin los poderes extraordinarios que tuvieron los consejeros salientes; con el 40 por ciento de votos nulos o blancos y con la promesa de su actual presidente de recoger firmas para su desaparición. Imposible predecir el futuro de este organismo, no obstante, el ambiente inicial no es favorable.   (O)

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