El estado y la empresa privada / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

Una empresa privada es un tipo de empresa, sociedad o compañía comercial cuyos propietarios son inversores privados, accionistas o instituciones no gubernamentales.

Las empresas privadas constituyen el sector privado de la economía. Un sistema económico que: contiene un gran sector privado donde las empresas de gestión privada, son la columna vertebral de la economía, y el sobrante comercial, la pérdida o ganancia es controlada por los propietarios.

La empresa privada es un pilar fundamental en la economía de los países “subdesarrollados “o llamados en vía de desarrollo, estas empresas inciden en la economía de los Estados.

Lo ideal es el mantenimiento de una apropiada interrelación entre el Estado y las empresas privadas, lo cual producirá un ambiente de confianza para la inversión de capitales.

El diálogo, las alianzas estratégicas, la colaboración y el consenso han permitido generar una relación productiva de inversión y mercado laboral con el Estado; todo aquello ha reflejado una apertura, confianza, asistencia, subvención entre el Estado y las Empresas privadas para solucionar los problemas del País.

El Estado debería ofrecer incentivos a las empresas privadas responsables y progresistas; debería también garantizar asistencia técnica para fomentar proyectos y planes de emprendimiento; seguridad jurídica, no persecución ni intimidación a las empresas y empresarios.

Cuando el Estado prepotente y autoritario quiere hacer todo excluyendo a la empresa privada del concierto ciudadano, sucede lo que mi abuelita me decía “el perro del hortelano ni come ni deja comer”.

La empresa privada demandaba del Estado la creación y sostenimiento de un entorno propicio para la inversión, la acumulación de capital y el concurso de los factores de la producción, así como medidas legales, aduaneras, laborales y fiscales que favorezcan la inversión de los empresarios.

En la última década las políticas Estatales y los programas sociales no están en el espacio de acción de los empresarios.

El Estado se ha dedicado a perseguir e intimidar a la empresa privada con impuestos leoninos, con inspecciones laborales depredadoras y sancionadoras, con asfixiantes gestiones y recaudaciones tributarias, con desactualizadas leyes laborales.

Tener una empresa o ser un Empresario es como un pecado y esto ha sido generado por una concepción revolucionaria equivocada y mal intencionada. (O)

 “Más empresas se pierden cada año debido a la negligencia que por cualquier otra causa.”

Rose Elizabeth Fitzgerald Kennedy.

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